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La veda de mero repercute en la economía de los pescadores. (Gerardo Keb/Novedades Yucatán)
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Los bajos niveles de captura de especies de escama apenas consiguen mantener la economía de los pocos barcos pesqueros que continúan saliendo en viajes cortos, buscando especies como rubia y canané.

De acuerdo con Miguel Sánchez, patrón de una embarcación del puerto de abrigo de Yucalpetén, ante la veda que ya ha cumplido su primer mes de descanso y se encuentra a punto de ingresar a su recta final, los índices de captura de especies alternativas han figurado como un sustituto de la pesquería principal dando como resulta do entradas de dinero para algunos pescadores.

Sin embargo, los bajos precios en los que estas especies son cotizadas, en conjunto con el pobre volumen de pesca, les reditúan pocas ganancias en comparación con el mero.

Se estima que actualmente cerca del 5% de la flota de barcos de Yucalpetén se dedica a la pesquería de estas especies, con viajes de máximo 12 días duración.

El problema es que cada navío consigue volúmenes de captura de una tonelada como máximo. 

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