MÉRIDA, Yuc.- Los constantes embates que sufren las casas de playa al estar cerca del mar han dejado en evidencia los daños que la erosión provoca en estas propiedades en Progreso y sus comisarías, donde las olas y el viento han originado la caída de bardas, escaleras y demás estructuras en estos sitios. 

De acuerdo con datos de las autoridades ambientales, los problemas de erosión en estas viviendas radican en su mala ubicación al estar asentadas sobre la primera duna costera, la cual debería estar sin construcciones debido a que funciona naturalmente como línea de defensa para el rompimiento del oleaje.

En las áreas de Chuburná, Chelem, zona oriente de Progreso y en Chicxulub Puerto, las casas veraniegas están asentadas a la orilla del mar, en playas de mucho menos de diez metros de largo, por lo que resienten de manera directa los efectos de las marejadas y vientos por efectos de norte y otros fenómenos meteorológicos. 

Eliminan vegetación natural

Aunado a esta situación, según se indicó, la tala y eliminación de vegetación en las playas ha orillado al recrudecimiento del impacto ambiental en las zonas costeras.

Lo anterior, debido a que no existen sistemas naturales de acumulación de arenales, función que debería estar cumpliendo la flora de lugar, que además en tiempos de fenómenos meteorológicos se convierte en barrera para el oleaje de tormenta, impidiendo que éste impacte con mayor fuerza la duna costera. 

La eliminación de estas plantas se lleva a cabo por los dueños de las mismas propiedades para mantener la estética de los arenales frente a sus casas, sin embargo la propia arena se ha ido esfumando. 

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