A las pocas semanas de haber comenzado la construcción del paso a desnivel en el cruce de Prolongación Montejo con Circuito Colonias, los trabajos se detuvieron: la excavación había llegado a una profundidad de aproximadamente ocho metros y estaban en el manto freático.

Pero de acuerdo a los responsables de la empresa que lo construyó y las autoridades municipales de ese momento, esta situación había sido considerada en la planeación y para ello construirían un enorme aljibe en el subsuelo que ayudaría recibir y con el apoyo de unas bombas enviar el agua a pozos profundos a los cuales estaría conectado.

El proyecto también consideraba la construcción de una cárcamo central de 10 metros de ancho por 48 de largo, con una profundidad de 1.20 metros, que se conectaría a ocho pozos captadores de lluvia.

En el 2014 una lluvia intensa causó que este lugar se inundara y fuera cerrado para evitar afectaciones vehiculares; ahí, a lo largo de los años, el cierre por inundaciones ha sido frecuente y la explicación pasó del robo de cablería -que afecta las bombas- a un diagnóstico más concreto en los últimos meses: los muros del cárcamo se han fracturado, así que en lugar de contener y expulsar, ya no retiene.

La cercanía de la obra con el manto freático ha dañado sus paredes, por lo que ahora cualquier lluvia que caiga en esa zona lo inundará y, dado que ahora el manto freático está saturado, a pesar del esfuerzo de desaguar el área con bombas y camiones, el nivel baja muy lentamente.

La obra se realizó en una zona de gran afluencia vehicular de los cuatro puntos cardinales, en la que, antes de hacerse, había continuos embotellamientos y largas esperas para poder circular en la glorieta y dar vuelta hacia la zona que se pretendía llegar.

Como el problema es permanente, el Ayuntamiento de Mérida busca una solución con el apoyo de especialistas en ingeniería, para resolver el conflicto de circulación en la zona, alrededor de una glorieta que es parte de la historia de esta ciudad.

Lluvias de Delta dejaron "un lago" en el Paso Deprimido

La inundación ha sido más evidente con las lluvias de las tormentas tropicales “Amanda” y Cristóbal” cuando cayeron en Mérida 488.4 litros por metro cuadrado, el 48 por ciento de la lluvia total del año, lo que rebasó la capacidad del sistema de captación del paso deprimido que empeoró con “Gamma” y “Delta”.

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