Agencias
MÉRIDA, Yuc.- No habrían sido 25, sino 32 los cubanos que zarparon del puerto de Manzanillo, en la provincia de Granma, el sábado 2 de agosto pasado, 17 de los cuales fueron rescatados por la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) entre las costas de Yucatán y Quintana Roo el pasado 1 de septiembre.

Además, entre los balseros que huyeron de Cuba estarían dos prófugos de la justicia que ese mismo día se fugaron de la cárcel, según familiares de un antillano recluido en la estación migratoria de Mérida, en espera de su traslado a la Ciudad de México para su posterior deportación.

Las fuentes no identifican quiénes, de los cubanos rescatados, son buscados por la justicia de la Isla.

Joven embarazada desaparecida

De acuerdo con los testimonios de los familiares consultados, entre los que zarparon también estaba Yailin Milanés, de 22 años y esposa de Andrés Fernández de la Paz, uno de los cubanos recluidos en las instalaciones del Instituto Nacional de Migración en Mérida.

Sin embargo, la joven no está entre las mujeres rescatadas, y al preguntarle vía telefónica a Fernández de la Paz sobre el paradero de su esposa no ha sabido responder con certeza, lo que aumenta la incertidumbre de la familia de Yailin Milanés, quien tiene un embarazo de siente meses.

Andrés Fernández dice que no sabe nada sobre su mujer, porque él se desmayó, además de que argumenta que no puede hablar por su estatus migratorio.

Versiones contradictorias

Algunas versiones obtenidas por la familia indican que la joven se tiró al mar de la embarcación en la que viajaban para regresar nadando a la costa con ayuda de una recámara o neumático. Otras indican que murió en brazos de su pareja.

La preocupación de los familiares de Yailin aumenta porque entre los balseros estaban los dos prófugos de la justicia, ambos parientes de Fernández de la Paz.

Los balseros fueron hallados navegando a la deriva entre las costas de Yucatán y Quintana Roo, por unos pescadores, quienes dieron aviso a las autoridades para que fueran rescatados y llevados a Yucatán, a la estación migratoria de Mérida.

En total fueron 17 los isleños que estaban en la frágil embarcación; uno de ellos murió en el trayecto y otro falleció en el hospital naval de Progreso.

Posteriormente se supo que fueron 25 los que zarparon del puerto de Manzanillo de Cuba, pero al fallar el motor de la embarcación ocho decideron regresar a la Isla a nado, con apoyo de unos neumáticos.

Los cubanos han pedido a las autoridades no ser deportados a su país, pues su intención es viajar a Estados Unidos o incluso quedarse en Yucatán.