Buscan 'pistas' de comando que asaltó residencia en Privada Campestre
Declaran empleada doméstica y vigilantes; afectados aún no presentan denuncia.
MÉRIDA, Yuc.- Hasta este sábado, las víctimas del asalto a una residencia en una privada en el norte de Mérida no habían interpuesto la denuncia ante el Ministerio Público; sin embargo, la Policía Estatal de Investigación (PEI) realiza las pesquisas porque ese delito se persigue de oficio.
Por ello, los vigilantes que estaban de guardia cuando sucedieron los hechos, así como la empleada doméstica afectada fueron presentados ante el Ministerio Público para rendir su declaración.
Los agentes de la PEI también revisan los videos de las cámaras de vigilancia instaladas en esa zona por la Secretaría de Seguridad Púbica, y las de casas particulares aledañas, en busca de los delincuentes.
La Fiscalía General del Estado señaló que personal de Servicios Periciales acudió al inmueble en cuestión para recabar evidencias y buscar huellas en los aparadores y lugares que los dos delincuentes manipularon durante el atraco.
Milenio Novedades publicó que en la noche del viernes, un comando armado ingresó en una vivienda en la privada Campestre, en el norte de Mérida, donde maniataron a un niño de 12 años, hijo de los dueños, y a la empleada doméstica, para llevarse objetos de valor y una caja fuerte que estaba empotrada en una pared.
Cuando sucedieron los hechos, el matrimonio dueño de la vivienda no se encontraban en el lugar, pues acudieron a un concierto. Al regresar encontrar las cosas revueltas, y en una de las recamaras a su hijo de 12 años y a la empleada domestica atados y amordazados, cubiertos con un edredón para que no vieran lo que hacían los delincuentes; luego avisaron de lo sucedido al número de emergencias 911.
La Privada Campestre cuenta con servicio de vigilancia de una empresa privada, por lo que, como parte de las indagatorias, los gentes de la PEI los llevaron para que declararan sobre los hechos y pudieran revelar algo importante para el esclarecimiento de los hechos, así como descartar que estuvieran involucrados.
También rindieron declaración como testigos la empleada doméstica y el niño de 12 años de edad, quienes aportaron datos sobre las características físicas de los delincuentes.