Así se fundó la ciudad de Mérida en 1542
Te damos a conocer una breve semblanza histórica de cómo se erigió la también llamada Ciudad Blanca
Novedades Yucatán/MÉRIDA
Mérida fue fundada el 6 de enero de 1542 por Francisco de Montejo y León, conocido como “El Mozo”, sobre lo que había sido la ciudad maya Ichcaanzihó, cuyo significado es "cinco cerros", también conocida como T’ho.
La fundación de lo que actualmente es la urbe se logra tras 15 años de lucha contra los mayas que habitaban Ichcaanzihó.
Al sitio se le llamó Mérida por “los muchos edificios de cal y canto tan bien labrados y con muchas molduras” que encontraron los españoles en la ciudad maya y que les evocaron la Mérida de España.
Ichcaanzihó con el tiempo cambió su nombre por el de T’ho, y posteriormente adoptó el de Mérida.
El 6 de enero de 1542 Mérida quedó formalmente fundada por Francisco de Montejo “El Mozo”, quien la dedicó a Nuestra Señora de la Encarnación, registrándose además en el acto de su erección como villa, a 70 familias españolas y 300 naturales como habitantes fundadores.
De igual forma se designaron los cargos para los dos primeros alcaldes, el capitán Gaspar Pacheco y Alonso Reinoso; y a 12 regidores del Ayuntamiento, entre los que quedaron don Jorge de Villagómez, Francisco de Zieza, Juan Urrutia, Hernando de Aguilar y Alonso de Arévalo, entre otros.
Finalmente se designó también el cargo de alguacil mayor que fue ocupado por Cristóbal de San Martín.
El asentamiento hispano recibió el título de “muy noble y leal ciudad”, junto con su escudo de armas, el 13 de julio de 1618 por el rey Felipe II.
Diseño arquitectónico y urbano
El desarrollo urbano de la primitiva ciudad respondía a los dictados de la época, bajo un esquema cuadrangular con calles y manzanas trazadas a la manera de un tablero de ajedrez.
Se ha dicho que uno de los primeros regidores fue quien la ejecutó, seguramente siguiendo un plano proporcionado por su fundador Francisco de Montejo, quien por el nombramiento de su padre reservó para su familia un gran terreno al sur de la plaza mayor, para la construcción de su residencia.
Hacia los cuatro puntos cardinales de la citada plaza, la población quedaría dividida en cuatro secciones con sus barrios, mismos que además contaban con sus santos patronos, de tal forma que al sur queda San Sebastián, al poniente Santiago y Santa Catarina (hoy parque Centenario), al oriente San Cristóbal y al norte Santa Lucía y Santa Ana.
Prácticamente esta disposición determinaba de forma muy clara los barrios considerados de “extramuros” para los habitantes indígenas, mientras que el centro de la ciudad se reservaba para los colonos españoles.
El desarrollo arquitectónico se vio rápidamente incrementado, principalmente por edificios religiosos erigidos por los evangelizadores, quienes construyeron ermitas, capillas, conventos y templos, la mayoría orientados hacia el poniente y dispuestos frente a hermosas plazas que en ocasiones funcionaron como atrios.
Mérida es una ciudad que se caracteriza por su arquitectura modesta y sencilla pero sobre todo es reconocida por sus materiales constructivos propios de la región que la hacen verse como una gran mole blanquecina que resalta aún más la iluminación del sol, aspecto que le ha valido el sobrenombre de Ciudad Blanca.
Se ha pensado también que aquella modesta sencillez que viste a Mérida, se debe en buena medida a varios factores, entre los que se cuentan la influencia de los franciscanos, la exigua estructura urbana con calles estrechas y la remembranza de algunos antiguos pueblos castellanos andaluces en la memoria de quienes lo construyeron.
(Con información de México Desconocido)