MÉRIDA, Yucatán.- Al principio de la pandemia, un cubrebocas llegó a costar hasta 500 pesos, lo que ocasionó que la gente no pudiera comprarlos, por lo que optaron por empezar a utilizar los de tela. Sin embargo, la aparición de nuevas variantes ha provocado que la demanda de las mascarillas redujera hasta el más del 90 por ciento de sus precios.

“Ahora hay mucha producción, y ya se cuenta con las máquinas para hacer este tipo de objeto de protección, situación que ha sido en beneficio de las personas, que pueden ‘respirar’ un poco en lo económico, porque realmente era costoso comprar una protección para solamente 12 horas, resultaba carísimo”, señaló Abar Wilde Yerves Maldonado, presidente de los Ingenieros Sanitarios y Ambientales en Yucatán.

Se debe de verificar que el tapabocas sea de buen material, a pesar de que ahora su precio sea menor; normalmente son hechos de materia prima sintética, con fibra que no tiene una forma asimétrica de cierre, lo que ayuda para que cuando entre el aire se filtre y no tenga lugar para pasar de una manera más fácil.

De igual manera, se debe observar que se acople a la cara de manera correcta, y el sujetador debe hacer presión para acoplarse a ella y sellar bien la nariz, de esta manera el equipo de protección tendrá su uso de una manera correcta.

Reconoció que la disminución de los precios ha sido parte de los elementos que han hecho que bajen los contagios, porque ya hay suficiente materiales de protección en la mayoría de los hogares. Es un conjunto de acciones que han hecho el Gobierno y los ciudadanos.

“El obtener un cubrebocas ya esta normalizado, es la compra, como una diaria del papel de baño, ya lo consigues en buen precio; se puede comparar en varios lugares, y en donde se da de manera elevada su costo es cuando se compra de urgencia, en un lugar que no los vende de manera normal”, precisó.

Precisó que el aumento de la demanda incrementó la oferta, ese ha sido el gran “gane” que ha tenido la ciudadanía, porque ahora ya bajó el precio de las mascarillas, siendo accesibles para cualquier persona, situación que hace dos año no se veía; era más económico conseguir uno de tela que uno de los N95.

En su opinión, en la fase que estamos con la variante Ómicron la gente que tiene más riesgo de enfermarse es la que debe de protegerse con cubrebocas con alta protección, como son los N95; si es una persona sana, y no tiene un alto contacto con personas positivas, con un tricapa es suficiente, lo que reduce los costos.

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