Luis Fuente/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- El guatemalteco Roberto Barreda de León llevaba una vida de bajo perfil en Mérida, pues no convivía con sus vecinos a quienes sólo saludaba, y prácticamente se dedicaba a su trabajo y al cuidado de sus hijos Roberto José y María Mercedes.

Residía en una casa rentada con número 406 de la calle 16 por 13 del fraccionamiento Paraíso Maya, el inmueble es de dos plantas, en donde, hasta ayer, permanecían la empleada doméstica y los trabajadores que se dedican a surtir las máquinas expendedoras de galletas y golosinas, negocio del que vivía el acusado.

En la terraza delantera de la casa, el inculpado improvisó una bodega para almacenar los paquetes de los productos que surtía en las máquinas expendedoras.

Como informamos, Barreda de León fue detenido la tarde del jueves por agentes de la Policía Federal Ministerial cuando iba a recoger a sus hijos al centro escolar privado “El Huerto Montessori”, en la carretera a la comisaría meridana de Cholul,  a unos cinco minutos de su residencia en el fraccionamiento Paraíso Maya, en el norte de la capital yucateca.

Todo el asunto jurídico es conocido en Guatemala como el caso Siekavizza, por el apellido de la esposa desaparecida.

El arresto fue a solicitud de las autoridades de Guatemala, donde tiene órdenes de aprehensión por los delitos de violencia contra la mujer, obstrucción a la justicia, asesinato y feminicidio.

El inmueble, sin asegurar

La casa donde vivía el más buscado de Guatemala no fue asegurada por la Procuraduría General de la República (PGR), de modo que la empleada doméstica y los dos trabajadores salían y entraban libremente. 

La empleada doméstica declaró que el indiciado por la justicia de Guatemala vivía sólo con sus dos hijos, la niña de cinco años y el varón de nueve, y que aparentemente no tenía pareja.

Sin embargo, en la mañana de ayer se presentó una mujer a la casa y les dijo a los empleados que era amiga de Carlos (Roberto Barreda), y quería saber de él ya que lo conocía porque sus hijos estudiaban en la misma escuela.

Uno de los trabajadores -quien es estudiante y sólo labora medio turno- dijo que la microempresa de Carlos Barreiro se dedica a la venta de galletas y golosinas a través de máquinas expendedoras en edificios públicos.

“Ahora solo estamos los dos empleados, quienes decidimos continuar trabajando en esta rama hasta ver qué sucede, ya que la casa es rentada y no sé si los encargados de los edificios públicos dejaran que sigan funcionando las máquinas expendedoras, ahora que salió el asunto del dueño”, expresó.

Como es común en estos casos, los vecinos saben muy poco de los involucrados en delitos, generalmente porque los inmuebles tienen bardas altas y rejas que no permiten ver al interior, además de que los dueños pasan mucho tiempo fuera de casa por sus actividades.

Por su parte, la PGR indicó que en la madrugada de ayer, los dos hijos de Roberto Barreda fueron entregados a sus abuelos maternos: Juan Luis Siekavizza y su esposa Angeliz, en la delegación local del Instituto Nacional de Migración.

El detenido fue trasladado a la Ciudad de México para ser entregado a las autoridades guatemaltecas y ser traslado a ese país donde es buscado por la justicia por el presunto homicidio de su esposa Cristina Siekavizza.

Preparan el allanamiento de la casa

En Guatemala, el secretario privado del Ministerio Público, Arturo Aguilar, informó que ya se coordinan con autoridades mexicanas para el allanamiento del inmueble en el que residía Roberto Barreda, principal sospechoso de la muerte de su esposa Cristina Siekavizza.

Explicó que además del cateo de la casa situada en Mérida, Yucatán, se solicitará un reporte de escucha de llamadas para determinar quiénes lo ayudaron, tanto en Guatemala, como en México.

Barreda de León llegó a las 6:45 de la mañana horas al aeropuerto internacional La Aurora, ubicado en la zona 13 de la capital de Guatemala, a bordo de un avión de Transportes Aéreos de Guatemala TAG TG Tav.

Luego, bajo un fuerte dispositivo de seguridad fue llevado en automóvil a la que lo trasladó a la Torre de Tribunales, donde en sus primeras declaraciones a los medios de comunicación, se declaró inocente y al ser cuestionado por el paradero de su esposa Critina Siekavizza, se limitó a responder “sólo Dios lo sabe”. Aseguró que abandonó el país debido a que sus suegros “querían quitarle a sus hijos”.

El juez Angel Arturo Contreras Sierra envió a prisión a Roberto Barreda tras notificarle el motivo de su detención por la desaparición de su esposa Cristina Siekavizza en julio de 2011, a quien las autoridades dan por muerta.

 Por ello, fue remitido al Centro Preventivo para Varones de la zona 18, donde permanecerá al menos hasta que declare en primera audiencia en el juzgado del caso, diligencia que se prevé sea a mediados de esta semana.