Salvemos una vida: Hay que recuperar el valor de la familia socializadora
El escritor, politólogo y conferencista Agustín Laje Arrigoni exhorta a rescatar el rol de los padres como educadores de los hijos y acompañarlos en su formación
MÉRIDA, Yucatán.- Se está perdiendo la capacidad de los padres de educar a los hijos, lo que representa una tragedia en la familia porque su función primaria es su capacidad socializadora, aseguró el escritor y politólogo Agustín Laje Arrigoni, invitado ayer en el programa “Salvemos Una Vida” que se transmite los viernes a las 11 de la mañana, a través de la estación de radio Amor 100.1 FM de Grupo SIPSE.
Ayer el tema fue “La batalla cultural de la guerra por la mente humana” y ante la conductora y anfitriona Esperanza Nieto, el invitado comentó que la familia se está convirtiendo en un hotel, pues los padres no están cumpliendo una de sus funciones fundamentales que es la de educar, la cual se está perdiendo.
La conductora manifestó que la familia es fundamental en cualquier parte del mundo, pues es el primer núcleo humano que da origen a todo. “En Latinoamérica somos muy familiares, seguimos esas tradiciones de familia”, indicó, por lo que cuestionó al invitado sobre sus puntos de vista que planteó.
Agregó que “esa costumbres que tuvieron nuestros padres y abuelos de comer en familia al menos una vez al día para escuchar lo que pasaba con los hijos en la escuela o en el trabajo, compartir ciertas alegrías o preocupaciones, es una práctica que debe recuperarse”.
Agustín Laje respondió que muchos padres han perdido ese control por pereza, por ejemplo, al decir “yo no voy a hablar de sexualidad con mi hijo, que lo platique con otras personas”; se descansa mucho en manifestar que la escuela es un templo del saber y que todo lo que se dice ahí es cierto, pero la escuela es un centro de adoctrinamiento.
Enseñar a vivir en sociedad
El también conferencista de origen argentino, precisó que la socialización consiste en enseñar al individuo a vivir en sociedad, a que aprenda costumbres, modales, creencias, tradiciones, valores y normas.
“Eso no empieza a enseñarlo el Estado a través de una ley, sino que se inicia en el seno familiar, pero ésta se lo deja al Estado y determina que tiene la autoridad o potestad para educar a nuestros hijos, por ejemplo en sexualidad”, indicó.
Comentó que la sexualidad tienen un marco valórico en el que no tiene que coincidir la familia o el político en turno, porque les tienen que decir a los niños y jóvenes ciertas cosas sobre este tema que quizá sus padres no comparten, porque les dicen en las escuelas que el sexo se puede cambiar, cuando eso es mentira, y porque les comentan que la sexualidad es una cuestión de percepción, pero uno puede percibirse de una forma u otra y esa es la regla de su identidad, porque no es verdad.
Y destacó que “en el colegio les están empezando a promover el aborto como un supuesto derecho humano, cuando tampoco es verdad; les aseguran que las masculinidad es algo tóxico, pero no es la realidad; muchos padres de familia comienzan a decir que hay problema porque el político les está diciendo esto a sus hijos a través de una currícula escolar, por medio de un profesor que es una doctrinador”, expuso.
Resaltó que cuando eso ocurre ya es un poco tarde, porque si como padre de familia no hiciste tus deberes, preferir cenar con tus hijos mirando la televisión en vez de hablar de cómo fue su día, es difícil recuperar esa situación, “formatearlo” en cierta forma, porque la farándula, la escuela, las redes sociales lo bombardean con información y toda la que está recibiendo ese niño viene de afuera y muchas veces es desinformación y manipulación.
“Al mirar la televisión los jóvenes simplemente se relajan, ahí se libra una batalla cultural contra los chicos que no están desarrollando un pensamiento crítico”, advirtió.
“En Argentina, en los kinder garden a los niños de cinco años, a los nenes, los están vistiendo de nenas, les están diciendo que su sexualidad no está realmente determinada por tu ideología, que tú puedes escoger, por eso vamos a reconstruir tu género, cómo te sentiste, probar cómo quieres venir vestido, de niño o de niña, elige; obviamente eso es una locura”, expuso.
Sobre la elección
Al respecto, Esperanza Nieto manifestó que un niño no puede elegir; puede decir me gusta el chocolate o la vainilla, en un sabor, pero no puede tomar la decisión de elegir algo que vaya con el espíritu, con el alma.
Agustín Laje complementó la reflexión afirmando que la sexualidad no se elige a esa edad ni en la adultez, eso no se elige nunca, eso no puede cambiar por empezarlo a gritar hasta la última célula de su cuerpo, que son sus XX o XY, no es cierto que la sexualidad se reduzca a qué genitales tienes.
Y ejemplificó: “Si hoy salgo de este estudio y tengo un accidente donde pierdo mis genitales, no me convierto en mujer; tenemos que empezar a hablar las cosas como realmente son, nadie puede elegir cambiar su sexo, porque esto no está sujeto a cambios, lo que uno puede elegir, en su caso, no un niño, sino un adulto, es si va a maquillarse de modo que parezca una mujer, pero hay una diferencia abismal entre ser y parecer”.
Finalmente, manifestó que un hombre puede hacer todo el esfuerzo para parecer mujer: maquillarse, dejarse el cabello largo, puede ponerse silicón e incluso prescindir de sus genitales masculinos, pero no va a cambiar su naturaleza que está escrita en la última célula de su cuerpo, nadie puede elegir cambiarlo, lo que puede decidir es disfrazarse, nada más.
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