Chetumal.- La cuarentena por la pandemia puso a las niñas en una situación de extremo peligro frente a los violadores, pues durante marzo y abril, más de 159 menores de edad sufrieron abuso sexual en Quintana Roo, una cifra cuatro veces mayor que el mismo período del año pasado.

Uno de los datos más escalofriantes es que en la mayoría de los casos el agresor fue algún familiar de las víctimas.

Así lo demostró el informe “Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 911. Información sobre violencia contra las mujeres”, presentado ayer por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

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Sin embargo, el Observatorio de Violencia y Género (OVG) afirma que la cifra podría ser mucho mayor, ya que se ha comprobado que, en una situación normal, solamente una de cada 10 víctimas denuncia este delito.

“Pero en esta situación especial, cada niña está encerrada con su violador, sin la posibilidad de salir y pedir ayuda. Uno creería que en la cuarentena esto se detendría”, dijo.

“La realidad es que cualquier momento en que los demás salgan a comprar comida o hacer alguna diligencia, será aprovechado por el abusador”, de acuerdo con Mariana Figueroa Morales, integrante del OVG.