Los presidentes municipales de siete ayuntamientos heredarán a sus sucesores no sólo una falta de control en la basura, sino también sanciones y procedimientos pendientes con la Procuraduría de Protección al Ambiente (PPA), por la mala administración de los rellenos sanitarios.

La información de la PPA señala que Lázaro Cárdenas, Isla Mujeres, Othón P. Blanco, Bacalar, Felipe Carrillo Puerto, Solidaridad y Tulum, aún tienen pendientes multas económicas que van desde el medio millón hasta los 4 millones de pesos, por haberse negado a sanear los tiraderos a cielo abierto.

Las infracciones incluyen la falta de un adecuado programa para la disposición final de los residuos, así como diversas observaciones por el incumplimiento a la Norma 083 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la cual regula los rellenos sanitarios.

En el caso de Tulum, las deficiencias en la administración de su tiradero a cielo abierto lo hizo acreedor a una sanción de 4 millones de pesos, pendiente desde 2020.

En Othón P. Blanco sólo se cumplieron nueve de las 22 observaciones de la autoridad ambiental, por lo que se hizo acreedor a una sanción de 2.8 millones de pesos.

Lázaro Cárdenas, por el problema del basurero de Holbox, heredará una multa pendiente de 2.5 millones de pesos, mientras que Isla Mujeres, Felipe Carrillo Puerto y Bacalar, si las siguientes administraciones no resuelven estos problemas, deberán pagar 480 mil, 900 mil y 1.2 millones de pesos, respectivamente.

Para el diputado local José Luis Guillén López, presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano Sustentable y Asuntos Metropolitanos, el hecho de que la sanción sea para los ayuntamientos y no para los funcionarios responsables, deriva que hasta el momento ningún alcalde haya enfrentado una sanción o castigo.

“Si existe una sanción, es para el ayuntamiento, no para ellos como funcionarios públicos. Por eso no actúan. Tenemos el caso de Nivardo Mena, en Lázaro Cárdenas, donde hasta la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el tiradero a cielo abierto de Holbox, porque el alcalde simplemente enterró la basura bajo un metro de sascab. Todo apunta a que quedará impune”.

Señaló que para cambiar esta situación, es necesario que se finquen responsabilidades a la persona encargada del gobierno municipal y no al ayuntamiento, para incentivar el saneamiento de los rellenos sanitarios.

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