Octavio Martínez/ SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- De acuerdo con estimaciones, cerca del 30% de los árboles que se siembran en la ciudad no son nativos de la región, lo que provoca daños en calles  y banquetas de la mancha urbana.

Rafael Reynoso Valdez, arborista certificado, informó que las especies que más  han dañado la infraestructura son la ‘lluvia de oro’,  ‘flamboyán’, ‘el ficus’ y ‘el almendro’, los cuales al no ser de esta región, en su búsqueda del agua por medio de sus raíces, lo hacen expansivamente sobre la superficie, por lo que en este intento rompen el  concreto de las banquetas y calles.

Contrario a lo que sucede con árboles de la región, según explicó el especialista, que buscan el agua mediante sus raíces  verticalmente hacía abajo en la profundidad.

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Es por ello que Rafael Reynoso mencionó que este tema se debe de reglamentar, pues aunado a esta situación, estos árboles no nativos descompensan el ecosistema local.

“Hay que ver el sitio donde están estas especies, pues si están en un parque no causan ningún daño,  pero si están en la ciudad sembradas en la esquina de las casas es cuando vienen los problemas, pues te levantan la banqueta y también la tubería”, externó.

Rafael Reynoso quien habló de este tema en el marco del Día del Árbol, que se celebró el pasado jueves, mencionó que él junto con un grupo de especialistas en el tema,  han presentado una iniciativa de protección al arbolado ante el Congreso del Estado, sin embargo se ha dilatado su revisión, por lo que esperan que en la siguiente administración se vuelva a contemplar.

Se debe reforzar la ley de Fraccionamiento

En esa propuesta además de hablar de la importancia del árbol en la mancha urbana,  también explican la necesidad de reglamentar la siembra de  árboles no nativos.

“Si no se detiene esto en un futuro tendremos  más plantas no nativas que las especies nativas que serían desplazadas, y más problemas en la infraestructura urbana”, explicó.

En ese sentido también externó que se debe de reforzar la Ley de Fraccionamientos, para que en las áreas de donación se  mantenga la preservación de las especies locales de árboles.