Oskar Mijangos/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La adicción es un problema de salud que con ayuda profesional y fuerza de voluntad puede ser superado. “Fernando” es un joven que hace dos años, a sus 16, cruzó la puerta del Centro de Integración Juvenil (CIJ) por presión de su madre, la cual lo llevó a él y a sus dos mejores amigos, los tres inmersos en la adicción a la marihuana.

En el primer encuentro de terapia psicológica para buscar una sensibilización uno de ellos desertó, continuando con el tratamiento sólo “Fernando” y “Antonio”. 

Al pasar de los meses “Antonio” abandonó el CIJ, pues la situación en casa no era fácil, y la presión fue demasiada, por lo que decidió desertar.

“Fernando”, en cambio, continuó por un tiempo pero después de seis meses aproximadamente dejó el tratamiento, pues se sentía con la seguridad de superar su adicción por cuenta propia.

Un día “Antonio” lo visitó en su casa, al llegar bajo los efectos de la marihuana lo desconoció, atacándolo a él y a sus hermanitos. 

Después de ese suceso “Fernando” se dio cuenta del daño que hace esta adicción, y se reintegró al CIJ en el programa Centro de Día, que les permite estar aún más tiempo en las instalaciones al no tener un ambiente familiar sano, pues sus padres estaban en proceso de divorcio.

Esta es una de las historias que más recuerda Lilliam Negrete Estrella, directora del CIJ, quien afirma que por este tipo de casos es que vale la pena continuar con la labor diaria.

El CIJ ha recibido de enero a junio un total de 409 personas que han tenido contacto con alguna droga por primera vez. 

El 74 por ciento de ellos llega por marihuana, el 32 por ciento del total ha probado la cocaína alguna vez, el 13 por ciento ha usado inhalables, y el 82 por ciento también presenta problemas con el alcohol y el tabaco. Negrete Estrella señala que en su mayoría las personas que llegan al CIJ es por presión familiar, de los amigos o del trabajo, siendo casi en su totalidad recomendados por personas que se han rehabilitado en el centro.