La obesidad ya alcanzó a seis mil 822 personas de Quintana Roo, principalmente por no tener un buen hábito alimenticio, en el que predominan los carbohidratos y grasas, dio a conocer un estudio de la Secretaría de Salud nacional.

El reporte oficial reveló que esa cifra registrada de enero hasta la primera semana de mayo del presente año es de dos mil 040 casos más de los que se atendieron en el mismo período del año pasado, que fue de cuatro mil 782.

El año pasado, las familias todavía permanecían en confinamiento debido a la pandemia por el coronavirus, sin embargo, ahora que ya se acabaron las restricciones de movilidad, los números respecto a este tipo de Trastorno de la Nutrición cambiaron de forma drástica.

Son las mujeres las que tienen mayor incidencia de casos, casi el doble de lo que padecen los hombres. Hasta la semana epidemiológica número 18, había cuatro mil 158 mujeres y dos mil 664 hombres que al ser atendidos por el médico familiar, fueron diagnosticados con este padecimiento de la salud.

Las estadísticas en el país también puntualizan que Quintana Roo mantiene el liderazgo de las cifras, toda vez que Yucatán registró cinco mil 795; en tanto que Campeche cerró la semana 18 con un total de dos mil 073 casos. A nivel nacional hubo 294 mil personas diagnosticadas con obesidad.

“Es el resultado de consumir más calorías de las que se gastan y que se convierten en tejido graso activo que produce toxinas, ocasionando inflamación crónica en distintos órganos, dando lugar a alteraciones y trastornos en el funcionamiento de nuestro organismo”, de acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Obesidad, una enfermedad que se puede prevenir

De igual forma, el sector Salud insistió a la población a una alimentación sana, porque la obesidad es una enfermedad prevenible y tratable, ya que se puede evitar otros padecimientos como la diabetes, hipertensión y el hígado graso.

“Recomendable no productos procesados, altos en azúcares y grasas; realizar 30 minutos de actividad física al día y dormir por lo menos siete horas diarias. Acudir a revisiones médicas preventivas para conocer el estado nutricional”, puntualiza el IMSS.