Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.-  En lo que va del año se ha detenido a ocho personas que han sido sorprendidas tirando basura principalmente en lotes baldíos, este número es  más elevado en comparación con las personas que el año pasado fueron identificadas en los primeros dos meses. 

Según Adrián Manzanilla Lagos, director de Mantenimiento y Limpieza Urbana, este aumento en el número de personas detenidas, con apoyo de la Dirección de Seguridad Pública, se da debido a la denuncia de la población que logra interceptar a los infractores en el momento en el que cometen estas acciones.

También te puede interesar: Retiran ‘tapón’ de alcantarillas: casi 100 kilos de basura

El funcionario expuso que se redoblará la vigilancia con el apoyo de la Policía Municipal; recordó que las personas que sean sorprendidas cometiendo un acto así, podrían hacerse acreedoras a una multa de casi mil 500 pesos y de un posible arresto de hasta 72 horas. 

Zonas más afectadas

Sin embargo, el funcionario reconoce que esta problemática sigue presente, principalmente en las colonias que cuentan con zonas limítrofes con  la zona selvática, en este caso la colonia Ejidal, Bellavista y la colonia Luis Donaldo Colosio Murrieta en sus límites con la Nicte Há; además de los fraccionamientos que está al poniente de la mancha urbana. 

Y es en las últimas demarcaciones antes mencionadas donde se ha observado un repunte en la cantidad de basura que llegan a depositar las personas en los lotes, particularmente en sitios que, debido a las nuevas infraestructuras que se han construido, resultan de fácil acceso, como son los finales de los puentes que cruzan la autopista Playa del Carmen-El Tintal, particularmente las que conectan con el fraccionamiento Villas del Sol. 

Fue cerca de este aglomerado poblacional, donde ayer se pudo evidenciar cómo los puntos de tiraderos clandestinos han aumentado; los señalamientos fueron hechos por ciudadanos que ocupan esas partes retiradas de la ciudad para realizar actividades deportivas. 

En los alrededores de este nuevo tiradero clandestino se pudo observar principalmente plástico, no obstante lo que más resaltaba eran los desechos orgánicos que despedían olores fétidos y que a su vez eran devorados por aves carroñeras.