Edgardo Rodríguez/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Productores de Quintana Roo buscan proteger los recursos hídricos de la zona sur y actualmente trabajan en un proyecto con la Comisión Nacional del Agua (Conagua), para establecer regiones de resguardo en donde se impide la perforación de pozos para uso agrícola y se fomenta el cuidado de la selva o, en su caso, la restauración.

Este proyecto está generando que los productores eviten destruir la selva para la siembra de cultivos a través del proyecto manejado por la Conagua, en donde se les da un pago a manera de incentivo, mencionó Manuel Landaverde Landaverde, productor del ejido de Morocoy e integrante del proyecto para la conservación de las recursos hídricos de la cuenca de la ribera del río Hondo.

Este año se pretenden establecer convenios por cerca de dos millones de pesos.

“Hace unos años los productores de la región solicitábamos que se nos instalaran sistemas de riego para aumentar la producción agrícola de la región, sobre todo en el cultivo de granos como el maíz y el frijol que son los predominantes. Pero con este proyecto estamos dándonos cuenta que es preferible mantener y preservar los recursos hídricos, dado que esto impacta con el clima y medio ambiente”, afirmó.

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Señaló que las autoridades les han dado información y pláticas sobre la importancia de cuidar los recursos naturales, sobre todo el agua del subsuelo, debido a que existe una relación estrecha entre el cambio climático y el aprovechamiento irresponsable de los recursos naturales.

Los habitantes de la región han sido testigos de ello, debido a que el año pasado se presentaron lluvias intensas que ocasionaron inundaciones históricas, por lo que la zona conocida como distrito número 026 de temporal de la Península de Yucatán, dentro del cual se ubican más de 25 comunidades, es de las regiones que forman parte del Programa Nacional Hídrico.

El agua no es óptima

De acuerdo con estudios de la Conagua sobre el cambio climático, entre los principales impactos de este fenómeno en los recursos hídricos se encuentran los aumentos y las disminuciones anormales en el caudal de agua, debido a variaciones de la precipitación y la temperatura, lo que trae como consecuencia precipitaciones más escasas o más intensas que conducen a la presencia de sequía o de eventos extremos meteorológicos.

Todas estas condiciones son propicias para exacerbar los daños por sequías más severas y por inundaciones.

Samuel Canepa López, habitantes de la comunidad de Dos Aguadas, en la zona limítrofe con Campeche, recordó que hace algún tiempo las autoridades encargadas de los proyectos para la perforación de pozos realizaron diversos estudios sobre la calidad del agua que existe en la zona y valorar la posibilidad de perforación.

Sin embargo, una vez hecho este estudio, se dio a conocer que el agua de la región no era óptima para el consumo humano o para el riego.