Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Familias del poniente del municipio de Bacalar, se encuentran desesperadas, porque no cuentan con alternativas para alimentarse desde hace dos semanas, debido a que han perdido por completo las esperanzas en las pocas hectáreas de milpas que se salvaron de las inundaciones de principios del mes de junio, ante la intensa sequía que están sufriendo.

Escasea el alimento

Su situación tiende a empeorar, debido a que escasea el maíz en al menos seis tiendas Diconsa de esa zona; lo mismo ocurre con la harina de maíz, Maseca, por lo que tienen que pagar para que se los traigan de la ciudad de Chetumal por los camiones de transporte público que cubren esa ruta, a un costo más elevado.

Venden lo poco que tienen

El kilogramo de maíz lo adquieren normalmente a 4.90 pesos y el paquete de Maseca a 16 pesos, para lo cual tienen que vender sus gallinas y pocas pertenencias con que cuentan, para adquirir uno de los productos básicos en la alimentación diaria de las familias que habitan en el área rural, en virtud de que hasta el momento no han recibido ayuda de ninguna autoridad.

Carlos Miguel Poot Chablé, comisariado ejidal de la comunidad de Isidro Favela,  señaló que los maizales no crecieron más de 30 centímetros y no dieron mazorcas. Son las que se salvaron de los escurrimientos de agua que afectó la zona poniente del municipio de Bacalar y representaban la esperanza de autoconsumo para las familias de ese rumbo.

Piden apoyo

Los pobladores dicen que a veces tarda hasta una semana en que les vuelvan a surtir de los productos básicos, lo que agrava más la situación que viven las humildes familias en las comunidades rurales del municipio de Bacalar, por lo que hicieron un llamado a las autoridades del DIF Municipal, para que los apoye con despensas para superar la crisis que están atravesando.