Redacción
CANCÚN, Q. Roo.- El concepto de que el cáncer es necesariamente una enfermedad mortal todavía en nuestra sociedad. Cuando alguien menciona la palabra ''cáncer'' es como si mencionara un gran tabú. Pero lo cierto es que es fundamental hablar sobre él si queremos prevenirlo.

De acuerdo con el portal imujer.com, debes conocer que hay ciertos aspectos sobre esta enfermedad que nosotros desconocemos, pero que los médicos saben con certeza y usan a su favor. Es por eso que las prevenciones que ellos dan, son sin lugar a dudas las más confiables y las que deberíamos comenzar a incluir en nuestra rutina.

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La gran mayoría son bien sencillas de incorporar a nuestro día a día, aquí puedes conocerlas:

No subestiman al estrés

Un gran enemigo de nuestro sistema inmune es el estrés, ya que les impide a nuestras defensas estar en un estado óptimo para defenderse de células cancerígenas. Cuando nuestro cuerpo se altera por las preocupaciones, el sistema inmune no puede enfocarse únicamente en los problemas físicos. Por ello, y para mantener sus cuerpos saludables, los médicos intentan llevar un estilo de vida tranquilo.

Lleva una dieta balanceada

Si bien una de las principales motivaciones para comer saludable es vernos mejor, otra motivación incluso más importante debería ser proteger nuestro organismo. Este aspecto es uno que los médicos tienen muy en cuenta a la hora de elegir lo que ponen su plato. Ellos intentan llevar un estilo de alimentación equilibrado y completo, sin dejar afuera ningún grupo alimenticio.

Cuidar el consumo de azúcar y grasa

Comer mucho azúcar y comida chatarra provocará el depósito de grandes cantidades de grasa en el cuerpo, especialmente en el hígado, que se torna más vulnerable al cáncer. Por este motivo (entre muchos otros), los médicos intentan limitar el consumo de estos productos en su día a día.

Se ejercitan regularmente

Está comprobado que aquellos que realizan actividad física con regularidad tienen una esperanza de vida más alta. Pero sus vidas no solo son más largas, sino de una calidad mucho mayor: el riesgo de cardiopatías es más bajo, no hay tantos riesgos de depresión, diabetes y, por supuesto, de cáncer.