Celcar López/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA) se deslinda de la contaminación de la Sabana por mercurio, pues asegura que desde hace 20 años tiene los permisos para descargar las aguas tratadas en aquella zona y mantienen control de contaminantes sobre éstas, declaró Ángel Huape López, coordinador operativo de la paraestatal.

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Además, la CAPA remite informes a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sobre la situación y proceso del agua tratada y del grado de contaminación de estas masas de desperdicio, de los cuales, según los análisis de la calidad del agua residual por parte de laboratorios certificados contratados por CAPA, las autoridades de esta paraestatal no han encontrado el metal pesado, mercurio (Hg), pues estas aguas negras son de origen doméstico y no industrial.

Añadió además que, en el proceso de tratamiento de estas aguas, la CAPA está vigilada y controlada por la propia Conagua, según las normas establecidas por esta última, las cuales exigen que las aguas tratadas deben ser devueltas al manto freático sin altos contaminantes. 

No obstante, declaró Huape López que si este grado de contaminación existe en la zona denominada popularmente como la Sabana, podría tener otro cause, pero no de las propias aguas expulsadas del tratamiento que se dirigen al estero de la sabana.

Diversos usos del agua 

En el lugar, fue posible observar actividad humana diversa: gente lavando ropa en el pantano, otros pescando, nadando o haciendo sus necesidades dentro del agua, letrinas construidas a las orillas del cuerpo de agua.

La misma agua del estero es utilizada para lavar trastes y para el aseo de las alrededor de 15 familias asentadas en rellenos irregulares.

Por otro lado, se manifiestan las conclusiones emitidas por el estudio denominado “Determinación de mercurio en peces Ctenolucius Hujeta (barracuda) de la sabana de Chetumal”, estableciendo que las concentraciones más altas de este metal pesado (Hg) se hallan cercanamente a la mancha urbana, en el cual se obtuvo un resultado de 3.05mg/l de mercurio en la muestra de ejemplares analizados, siendo esta zona con mayor grado de contaminación.

En el que alrededor de este dato hubo la detección y cuantificación de la concentración de mercurio en este pez que rebasa los límites permitidos alejándose la norma NOM-242-SSA1-2009 y de la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, lo que representa un serio peligro para la salud para quienes consumen este pescado obtenido del estero por los habitantes que fueron estableciendo desde hace años.