Joel Zamora/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- En el olvido el Corredor Escultórico Chactemal de Chetumal, inaugurado a finales del año 2003, durante la administración del gobernador Joaquín Hendricks Díaz.

Las obras de importantes artistas permanecen ahí, sin atención especial, y, aunque han durado 14 años, hasta ahora no se tiene conocimiento de algún programa para darles difusión o mantenimiento.

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Inicialmente el Corredor Escultórico Chactemal estaba conformado por 24 esculturas donadas por artistas plásticos de cuatro continentes, pero al día de hoy, solamente se logran observar en la ciudad un total de 17.

La inauguración de las obras se originó dentro del marco del II Encuentro Internacional de Escultura Sebastián en el año 2003, el objetivo era realzar la imagen urbana además de dignificar la ciudad con obras de categoría profesional, y de esta forma, servir como una vía de comunicación cultural con el pueblo.

Sin embargo, a 14 años de haberse develado el importante corredor, las esculturas yacen en el abandono total de las autoridades.

En el Bulevar Bahía, donde permanecen 15 de estas obras, se puede observar el deterioro de las obras.

En la “Estela de Mar”, del escultor mexicano Pedro Cervantes, se aprecia incluso un nido que fue construido por un ave; sin embargo, el ave ya no está y los restos de su refugio quedaron en el sitio.

Por su parte, el “Caracol-Ola”, de la escultora mexicana Helen Escobedo Fulda, fue presa de artistas urbanos, quienes optaron por colocar su “firma” con aerosol.

También pasó lo mismo con la obra de Vicente Rojo, “Doble estela solar”, la cual fue utilizada como “pizarrón” callejero.

Otras dos obras más están en la misma situación, una de ellas, la cual se ubica a la altura de la calle Ethel con Bulevard, incluso carece de la placa informativa acerca del autor.

Ya encaminados en demostrar el abandono de dichas piezas, las obras: “Aire”, “Culebra” y “Cax”, de los escultores Verónica Zegbe, Armando Chávez y José Luis Camargo Rodríguez respectivamente, que seguramente estarían indignados, se encuentran rodeadas de follaje, aunado a que sus placas están cubiertas de plantas y en una zona peligrosa, con desfondes cercanos.

Efectivamente las obras le dan un toque especial a Chetumal, pero se necesita trabajo profesional para darles la atención adecuada y así evitar que caigan en la destrucción u olvido.