Alejandra Carrión/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Hace más de 50 años, la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe fue declarada Santuario Guadalupano y se decretó a la Virgen María, patrona de la ciudad de Chetumal y del territorio de Quintana Roo.

David Alberto Martín Leal, párroco del Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, indicó que los documentos fueron encontrados hasta hace un par de años. Dijo que fue el primer santuario declarado desde entonces, en el estado.

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“Fue declarado santuario desde 1963, es el primer santuario de Quintana Roo desde antes de que fuera estado”, dijo.

Comentó que unos de los objetivos en este año es ponerles más atención a los fieles y que lleguen al santuario para hacer oración en medio de las dificultades que se enfrentan todos los días.

Hasta hace unos meses atrás, en la entrada de la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe, se encuentran enmarcado una ampliación del “Decreto de la Consagración y Coronación de la Virgen Santísima de Guadalupe en su Santuario de Chetumal”.

“Teniendo en cuenta la devoción que en todo el territorio de Quintana Roo y particularmente en la ciudad de Chetumal, centro del territorio, se tiene a la Santísima Virgen, puesto que desde el año de 1942 en que se reanudó el culto en esa ciudad y se comentó a edificar la Iglesia Parroquial, dedicada al Sagrado Corazón de Jesús, se levantó un altar y en ese altar se colocó una imagen, hermosa y devota, copia de la original que se venera en el Tepeyac y se le proclamó solemnemente Patrona de la Ciudad y del territorio”, dice textualmente el decreto que puede leerse totalmente en la entrada de la iglesia.

“Además, y con el fin de que quede un recuerdo perenne de esta coronación, la víspera de esta gran solemnidad, haremos la Consagración del Santuario de Guadalupe, con todo el esplendor de la Liturgia, consagración que llenará el regocijo a nuestro corazón porque será el sexto de los templos que hemos consagrado, ungiendo sus paredes con el óleo santo en nuestra vida pontifical, y que reafirmará en todos los hijos de Chetumal el amor y devoción ya bien arraigado en ellos a nuestra queridísima Madre, la Virgen Morena del Tepeyac”, se lee en otro de los párrafos.