Lara Alfaro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La historia de María N puede ser la misma de muchas mujeres que deambulan por las calles de la ciudad, ella al estornudar o hacer algún esfuerzo tenía fuga de orina, además de visitar de manera recurrente el baño al no poder aguantar las ganas de miccionar.  

Este problema es llamado incontinencia urinaria por esfuerzo, donde la mayoría de los adultos no pueden almacenar más de dos tazas de líquido en su vejiga y se produce cuando los músculos que controlan el flujo de orina no funcionan de manera adecuada.

Una de las herramientas que ya está en la ciudad es un tratamiento con láser de dióxido de carbono, que trabaja distribuyendo esta energía por las paredes vaginales de forma no continua, pero en pequeños puntos, lo que estimula y regenera el tejido vaginal, señaló Jorge Carballo, ginecólogo de la clínica Unimed.

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“He tenido tres partos naturales, mi último hijo fue muy grande, y con el tiempo empecé a presentar este padecimiento, en las noches me levantaba varias veces para ir al baño y ya optaba por no tomar mucho líquido cuando estaba en fuera de casa”, dijo María N.

Convenida que su mejor opción sería una cirugía, que no le garantizaba 100% de efectividad, conoció la alternativa láser, que se aplicó en tres sesiones cada treinta días y luego de un mes de concluido el procedimientos su control es de 80%.

Aparte de ayudar con la incontinencia urinaria, es aplicado para contrarrestar el envejecimiento vaginal secundario a menopausia, y lesiones secundarias a VPH, las sesiones duran de 15 a 20 minutos, es ambulatoria, sin anestesia e indoloro, informó el especialista.