Los principales supermercados de Chetumal estuvieron abarrotados de usuarios, quienes llegaron a realizas las compras de último momento previo a la celebración del Año Nuevo.

Esta situación provocó que la mayoría violara las restricciones sanitarias sobre la afluencia permitida, rebasando el 60% estipulado en los lineamientos del semáforo amarillo. Sin embargo, la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios no hizo acto de presencia.

Aunque por políticas de las grandes cadenas comerciales durante la actual contingencia sanitaria, sólo se permite el acceso a una sola persona por familia para realizar sus compras, los usuarios optaron por entrar en grupos separados para después reencontrarse al interior de las instalaciones, por lo que era posible observar hasta colectivos de cinco personas.

Una situación similar ocurrió en la víspera de la Navidad, cuando los capitalinos se olvidaron de la sana distancia para aglomerarse en los supermercados.

Por otra parte, los pequeños comerciantes no tuvieron tanta suerte de esta bonanza, ya que lucieron semi vacíos durante la víspera del 31 de diciembre.

Solamente los dos principales mercados de la ciudad, el Lázaro Cárdenas y el Ignacio Manuel Altamirano, registraron una gran afluencia de compradores, aunque centrados únicamente en los puestos de venta de verduras y carnes.

De acuerdo con los últimos reportes técnicos de las últimas dos semanas de diciembre, en Othón P. Blanco se triplicaron los casos activos de COVID-19, hasta alcanzar los 338 casos confirmados, lo que provocó que la ocupación hospitalaria subiera del 8% al 14% en el lapso de un mes.

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