Adrián Barreto/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- La obra de la avenida 10 con calle 26 que construye la inmobiliaria Chichito S.A. de C. V. volvió a ser sancionada, ahora con sellos de clausura al no acatar la suspensión que la semana pasada le había puesto el Ayuntamiento por las afectaciones a la vía pública y realizar trabajos la mañana de ayer.

Al filo del mediodía, inspectores de la Dirección de Ordenamiento Ambiental y Urbano colocaron cuatro sellos de clausura al hacer una revisión en la que se detectó que había personas trabajando al interior del predio aun cuando Protección Civil evalúa la magnitud de la afectación y el factor de riesgo por la remoción de material subterráneo.

“La semana pasada se generó una suspensión temporal por la situación que se presenta con el tema de la vialidad; la empresa debe garantizar que no exista ningún daño posterior al hacer el proyecto y obviamente tiene que hacer la reparación del daño”, dijo Eduardo Morentín Ocejo, titular de la oficina citada.

“Si bien entregaron alguna documentación que está revisando a diversas áreas incluyendo a protección civil, no se les ha retirado los sellos y como se detectó movimiento al interior, se procedió a la clausura”, agregó.

Sanción económica

Los resultados del análisis de Protección Civil podrían estar listos esta semana, pero Chichito S.A. de C. V. deberá pagar las multas que le ha generado la colocación de los sellos de suspensión y arreglar los problemas de grietas que se hizo sobre la avenida 10, entre las calles 28 y 30.

“Desde que llevaba los sellos de suspendido ya conlleva una sanción, pero ahorita al no dar cabal cumplimiento se procedió a la clausura lo que lleva una sanción económica”, sostuvo el funcionario.

Trabajadores de la obra se limitaron a señalar que ellos obedecen órdenes y que no se les había informado que no podían trabajar hasta que llegaron los inspectores del Ayuntamiento.

Las afectaciones a la vialidad sucedieron luego de que se excavara para la creación de lo que será un sótano para estacionamiento del futuro edificio condominal. 

Previo a los trabajos de construcción espeleobuzos alertaron por la presencia de un cenote, que pese a las evidencias fotográficas fue negado por la autoridad, y habría sido rellenado.