Sacrifican utilidades para contribuir al medioambiente
Los constructores de Quintana Roo han tenido que encontrar el equilibrio entre sus ganancias y la conservación.
Stephani Blanco/SIPSE
CANCUN, Q. Roo.- Las constructoras de vivienda han aprendido a entender que la vivienda es parte de un todo ya que no sólo es crear una casa amigable con el medio ambiente sino un entorno de proximidad que contemple transporte, salud, educación y servicios.
Cancún está avanzando en el modelo, logrando ser una ciudad de vanguardia en vivienda vertical y detonando sistemas de planeación.
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Los inversionistas han entendido que para construir es necesario hacerlo cuidando el medio ambiente, y para ello cada uno debe alinearse a una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que contemple un plan de manejo para la preservación del medio ambiente, describió a Novedades Quintana Roo, Miguel Ángel Lemus Mateos, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI).
“Aunque la mayoría de los proyectos inmobiliarios implantan medidas amigables con el medio ambiente, Ciudad Mayakobá es hoy en día el desarrollo con mayor armonía”.
Para detonarlo han enviado la infraestructura de los centros de hospedaje lejos de los arenales, lo que ha permitido que no exista erosión en el complejo. Crear desarrollos con 100% de cumplimiento ambiental no se ha logrado por lo que aún queda mucho que trabajar.
Proceso de adecuación
Las desarrolladoras han tenido que adecuar las construcciones en las viviendas para hacerlas sustentables, aunque ocasione que el inversionista genere menos utilidades.
En entrevista para Novedades Quintana Roo, el líder de la vivienda, Javier Olvera Silveira, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la Vivienda (Canadevi) Quintana Roo, explicó que para que retorne la inversión debe contar con una utilidad de 20 mil pesos, pero para implementar medidas verdes pierden 13 mil para cumplir con programas, algo que lleva a que pocos se interesen.
Un ejemplo de esto es el programa de Eco Casa, que si bien disminuye 2% el crédito al desarrollador, reduce las utilidades.
Aunque hay mucho ímpetu por ser sustentables hay poca coordinación por parte de los institutos, desarrolladoras y dependencias federales, ya que cada programa pide lineamientos diferentes y adaptar todos implica más inversión, detalló Olvera Silveira, quien considera esto como un desastre.
Pese a esto la vivienda viene alineándose y lo que antes era horizontal, cambió por lo vertical y con un tope límite de pisos, tanto en el centro como en la zona hotelera.
Existen estándares internacionales para construir viviendas ecológicas que las desarrolladoras tienen que acatar y que dan la oportunidad a quienes las adquieren de ahorro en la energía y agua.