Octavio Martínez/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Faltas de origen administrativos son la principal falla que presentan los delfinarios en Quintana Roo, Estado de la República Mexicana donde se concentran 14 de los 31  establecimientos de este tipo de que hay en el país. 

“Todos los delfinarios han sido revisados por la Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente), no solo una vez, sino dos o tres desde el 2008 y hay una norma, la 135 que establece las especificaciones del manejo de mamíferos marinos y al día de hoy sólo ha encontrado incumplimientos del tipo administrativo, que no han presentado informe de actividades por ejemplo”, dijo Joel González Moreno, director general de vigilancia y recursos marinos de la Profepa.

Descartó que hasta el momento se haya encontrado algún  tipo de maltrato en los 28 delfinarios que están en operación en el país, de los cuales hay una mayor observación en Quintana Roo debido a que concentran casi el 50% de dichos establecimientos en México.

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“El primer criterio es de que cumplan con las instalaciones, con las especificaciones especificas (…) es la norma 135 tal como lo establece de manera sensibilizadora (…) el número dos hacemos una revisión de las bitácoras médicas de los animales”, explicó. 

 A pesar de que en Quintana Roo se han levantado voces ciudadanas que pugnan por el cierre de estos espacios, el funcionario dijo que no se encuentran en calidad de opinar sobre si alguna vez se podrían prohibir estos lugares, aunque no descartó que en un futuro los legisladores puedan emitir leyes para que ya no se hagan espectáculos con los delfines. 

El Estado como tal, delante de la Profepa se ha caracterizado como uno de los sitios donde más seguido hay denuncias ciudadanas de maltrato animal, entre las que destacan las de venta y manejo ilegal de jaguares, primates y hasta cocodrilos. 

Según Joel González, en Quintana Roo ha habido un crecimiento de las Unidades de Manejo Ambiental que están en disposición de recibir animales que han sido maltratados, entre los que destaca últimamente el manatí, el tapir, especies cuyo rescate beneficia a otras.