Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Los 16 delfinarios que hay en Quintana Roo ya entregaron ante la Dirección General de Vida Silvestre de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) la primera actualización de sus planes de manejo después de haber obtenido los permisos para laborar desde hace más de 15 años.

Como una disposición oficial, la dependencia federal determinó que antes del 16 de febrero de este año, los 31 delfinarios y 24 zoológicos deberían entregar las actualizaciones de sus planes de manejo y Quintana Roo fue uno de los primeros tres Estados en cumplir con este requisito, junto con Baja California Sur y el Distrito Federal.

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Actualmente, 50% de los documentos entregados a la dirección ya fueron autorizados, aunque el resto, está en estado de revisión.

“Todos los delfinarios presentaron su actualización y es la primera a la que están obligados, de modo que haya una vigilancia del manejo de los recursos de forma puntual”, expuso Laura Gómez, directora de Aprovechamiento de la Vida Silvestre.

Los planes que están en revisión, son analizados de manera que si hace falta información adicional, la Semarnat la solicita a los delfinarios correspondientes para que entreguen los datos antes de que culmine este año.

Procedimiento anual

Tras esta primera actualización, a partir de este año, las adaptaciones se realizarán anualmente, de acuerdo con Érika Paredes, jefa del departamento de Análisis para el Aprovechamiento intensivo en la Dirección General de Vida Silvestre.

En los documentos, los delfinarios deben detallar qué medidas utilizan para el entrenamiento de los mamíferos marinos, su alimentación y el traslado que utilizan en caso de que sea necesario, además de la infraestructura exacta de cada establecimiento.

“También deben describir de manera exacta las actividades que realizan en los nados con personas”, añadió Laura Gómez.

La Dirección General de Vida Silvestre sólo se encarga de realizar recomendaciones a los delfinarios y zoológicos, con la finalidad de que mejores sus prácticas.

No obstante, es por eso que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) inspeccionará dichos establecimientos de manera periódica, cada dos años para verificar el cumplimiento de lo propuesto.