Teresa Pérez/SIPSE
CANCÙN, Q. Roo.- Ocho de cada 10 adolescentes que son diagnosticados con algún tipo de adicción como alcoholismo y drogadicción, presentan cuadros depresivos como primer síntoma de alerta cuando hacen uso de estas sustancias nocivas para la salud, esto los hace propensos a caer en algún tipo de adicción de no recibir atención médica temprana, explicó el investigador de del Centro Comunitario para Enfermedades Mentales contra las Adicciones (Ccema), Oscar Vicente Bonilla Gerardo.

Comentó que las aldeas terapéuticas como el proyecto de Ccema, son centros de asistencia en donde el joven recibe atención psicológica, psiquiatría, medicina general, medicina interna y quienes en conjunto trabajan con el paciente para que salga de la adicción de una manera amigable.

“La atención terapéutica debe ser más humana y que retome el problema de raíz, pues si se compara con lo el trabajo de los grupos de doble AA, el problema principal es que no reciben el apoyo de un experto y se tratan entre enfermos el problema, entonces la recaída será mayor”, dijo.

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Explicó que se combinan con terapias de nutrición, lúdicas, terapéuticas entre otras para que sea un trabajo integral.

A nivel nacional hay un crecimiento de uno al 8% del uso de sustancias, pero también las sustancias lícitas ocasionan enfermedades mentales como el tabaquismo. Los modelos de AA actuales, los viejos maestros recaen, se suicidan y terminan con historias dramáticas, pero con las aldeas terapéuticas la rehabilitación va a la raíz del problema, trabajando sus problemas desde la infancia.

Esconden su adicción 

De no curar la depresión se agrava la adicción e incluso hay quienes esconden su adicción adquiriendo otras como tabaquismo, neurosis, es decir se vuelven adictos secos.

El programa AA sirve los primeros seis años de tratamiento, pero a largo plazo se corre el riesgo en recaer. “Es común que en las sesiones haya mucha agresión, y por ello el abandono de las terapias”, agregó Bonilla Gerardo.