Joel Zamora/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Los municipios de Bacalar y José María Morelos fueron catalogados como de alto riesgo por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por tener la mayor población de infantes en ocupaciones no permitidas o en riesgo.

De acuerdo con en el reciente Modelo de Identificación del Riesgo de Trabajo Infantil, elaborado a finales del 2018 por la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STPS), en conjunto con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y la Iniciativa Regional América Latina y el Caribe; los municipios de Lázaro Cárdenas y Felipe Carrillo Puerto se posicionaron con riesgo medio y el resto de los ayuntamientos registraron riesgo bajo.  

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Los municipios con medio y alto riesgo de ocupación infantil se caracterizaron por presentar una alta proporción de población indígena y un elevado porcentaje de población en actividades agrícolas.

El informe, el cual fue entregado a las entidades federativas, indica que los principales factores asociados con la ocupación infantil se generan en hogares donde los menores de edad son hombres, así como en hogares donde el jefe de la familia está ocupado en el sector agropecuario.

En Quintana Roo habitan aproximadamente 19 mil 931 niños y adolescentes que laboran en ocupaciones no permitidas, que representa 0.9% del total nacional; de los cuales, 13 mil 498 adolescentes están en ocupaciones peligrosas, es decir, 67.7% del total. De las personas menores de edad que trabajan, 62.33% son niños y 37.67%, niñas.

Sin embargo, el estado se encuentra en la décima posición entre las 32 demarcaciones con menor proporción de ocupación infantil no permitida. En México, 12 entidades presentaron riesgo bajo; 11, medio; y nueve en riesgo alto de incidencia de trabajo infantil.

Las organizaciones identificaron una relación entre el riesgo de trabajo infantil y la proporción de población ocupada en esas actividades en la entidad.

Por esa razón recomiendan que en las intervenciones dirigidas a mejorar la formalidad laboral en el sector agrícola, podrían disminuir la probabilidad de que niños y adolescentes en el mediano plazo ingresen precozmente al mercado de trabajo en este estado.

De acuerdo con el Programa de Inclusión Social Prospera, de la Secretaría del Bienestar (antes Secretaría de Desarrollo Social), las becas para educación otorgadas en Quintana Roo están distribuidas congruentemente entre los municipios que presentan mayor riesgo.