Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cuatro de cada 10 derechohabientes llegan a consulta por glucosa o hipertensión elevada y el principal problema es por dejar de tomar su medicamento, adquieren malos hábitos alimenticios y aumenta el sedentarismo.

En Quintana Roo se han diagnosticado 60 mil 600 pacientes diabéticos e hipertensos y de estos 62%  son de Cancún, de los cuáles 22 mil 201 son hipertensos y 15 mil 872 diabéticos.

Para Sergio Gómez Mejía, director de la Unidad Médico Familiar (UMF) número 16, el mayor problema que se detecta en consulta es la alta ingesta de sodio, dietas elevadas en grasas saturadas, dieta alta en azúcares, carbohidratos, tabaquismo y un estilo de vida sedentario.

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En ambas enfermedades crónico-degenerativas están presentes factores de riesgo como la obesidad, triglicéridos y colesterol alto (dislipidemia) que derivan a complicaciones en riñones, ojos, corazón y piel.

Costo a largo plazo

Explicó que los pacientes tienen desapego al tratamiento, se descompensan y el problema mayor será en el costo a largo plazo de la enfermedad tanto para la familia como para los servicios de salud.

Para evitar alguna descompensación se recomienda adquirir buenos hábitos de alimentación en el que se incluya la ingesta de verduras, ensaladas, frutas, carne magra, tres litros de agua natural, menos pan, harinas, tortillas y alimentos fritos o empanizados, en pacientes diabéticos el exceso en el consumo de harinas, frutas es el principal problema y cuando llegan a revisión se sienten cansados, les falla la vista, presentan problemas metabólicos.

Controlar la enfermedad 

“Con el proceso de UNIFILA hemos atendido a todos los derechohabientes que llegan a consulta por una sintomatología no urgente como lo es alteraciones de niveles de glucosa o hipertensión y estamos trabajando con cada uno para que logre la meta y mantenga su enfermedad controlada y retrase las complicaciones”, dijo Gómez Mejía.