Claudia Martín/SIPSE
CHETUMAL, Q. Roo.- Los jóvenes de comunidades rurales tienen un mayor interés y compromiso por participar en la Campaña Nacional de Alfabetización, contrario a los jóvenes de la ciudad quienes tienen más distractores y nulo interés.

Francisco Javier Novelo Ordóñez, director del Instituto Estatal para la Educación de los Jóvenes y Adultos (IEEA) informó que han firmado convenios con bachilleratos para motivar a los jóvenes a participar y apoyarlos con su servicio social.

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Agrego que actualmente tienen un padrón de mil 200 capacitadores de los cuales un 60% son de la zona rural y el 40% restante de la zona urbana.

“Hemos visto un mayor compromiso con jóvenes de comunidades rurales que tienen un mayor interés de participación, de enseñar que los jóvenes de zonas urbanas por eso recurrimos a convenios con instituciones gubernamentales y académicas”.

Convenios 

Dijo que se fortalecen convenios de vinculación con instancias que se dedican a la enseñanza, como el Consejo Nacional de Fomento a la Educación (Conafe), que tiene 277 promotores de educación inicial en la entidad, para que identifiquen a personas con analfabetismo, motiven a estudiar y les enseñen a leer y escribir.

“En los centros de estudios de nivel bachillerato ofrecemos a los chicos y chicas de tercer y quinto semestre la oportunidad de identificar, incorporar y enseñar a personas analfabetas lo que les cuenta como servicio social, si no pueden hacer esa labor, entonces nos apoyan en los centros de aplicación de exámenes”.

Novelo Ordóñez señaló que a los jóvenes que participan en la Campaña Nacional de Alfabetización obtienen un apoyo económico de mil 600 pesos, y a quienes deciden alfabetizarse reciben un bono de mil pesos como apoyo a su educación.

Precisó que en 2014 que inició la campaña se logró alfabetizar a más de seis mil personas, y actualmente mantenemos un padrón de cinco mil 500 enseñando a leer y escribir. En el estado se tiene un padrón de 36 mil personas analfabetas, sin embargo, a 2018 se pretende cubrir el 50%, es decir, enseñar a leer y a escribir a 17 mil 500 personas.