Alejandra Flores/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Una vez más, Cancún vivió la magia del ballet El Cascanueces, una tradición que la Escuela de Danza Talulah compartió con el público cancunense en varias funciones gratuitas; la primera en el parque de Las Palapas, y la segunda, en la Plaza de la Reforma, que, iluminada por las luces decembrinas, resultó un inmejorable marco.

Desde temprana hora, el público fue ocupando sus lugares y con la tercera llamada sonó el primer acorde, y el primer cuadro de este ballet, estrenado por primera vez a finales del siglo XIX,  y puesto de moda hasta entrado el siglo XX.

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El Cascanueces, cuenta una historia de magia y también de sueños, porque es justo ahí, donde todo puede pasar, incluido un viaje por las danzas del mundo. Piotr Ilich Tchaikovski, creador de la música, hizo una virtuosa mancuerna artística con los coreógrafos Marius Petipa y Lev Ivanov, y así fue como se creó una de las obras clásicas con la mayor cantidad de  montajes al año en todo el mundo.

“Para Talulah es siempre una gran satisfacción compartir lo que hacemos y también lo que tenemos, es un honor que el ayuntamiento de Benito Juárez y también el de Cozumel, donde estuvimos este fin de semana, se interesen por darle proyección al trabajo que realizamos en nuestra institución”, afirmó Elizabeth Duarte, directora de la Escuela de Danza Talulah.