María José Castillo/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- ¿Has escuchado que si nunca quieres trabajar, tienes que emplearte en algo que te guste? Pues eso es lo que hace Estela Borjas Toscano, quien a sus 54 años gana dinero mientras se divierte.

La receta la heredó de sus padres y hoy vive de bajar un poco la temperatura de los cancunenses con sus nieves de frutos naturales.

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“Los artesanos son mis papás, ellos son los que tienen la receta original. Empezaron vendiendo sus nieves en Chicago, se iban desde Querétaro a vender, pero luego vivieron acá y empezaron a vender en la cremería que yo tenía”, cuenta la emprendedora detrás de su nevera y sus vasos para servir nieves.

Sus padres vinieron de visita hace tres años y se quedaron un tiempo a vivir en Cancún, fue así como se ganaron la preferencia de muchos clientes que ahora buscan las nieves “Estelita”, como la conocen.

Sin embargo la pequeña empresaria no sólo mantuvo cautiva a la clientela cuando sus papás se fueron de Cancún, sino que mejoró la fórmula de los helados que ofrece, actividad que le gusta tanto, al grado de que 'inventar' nuevos sabores se ha convertido en su pasatiempo; y venderlos, en sus 'salidas' de diversión.

“Para mi esto no es trabajo, venir a las ferias me encanta, me gusta mucho socializar, relacionarme con la gente me divierte”, cuenta sonriente desde su puesto, que coloca en distintos bazares de la ciudad.

“Hacer nieves me gusta... Como si fuera un pastel, así hago mis nieves”, afirma con emoción en el rostro la emprendedora, quien desde julio de 2014 se dedica al 100% a la elaboración de helados artesanales.

Rutina de una mujer trabajadora

Estelita no tiene día de descanso; cuando no está vendiendo en alguna de las cinco ferias en las que participa, está plantada en el lugar donde el Ayuntamiento de Benito Juárez le dio permiso de vender sus productos: en la avenida Las Torres, junto a un puesto de carnitas ubicado cerca del Cecyte II.

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De martes a viernes y los domingos está  de 12 del día a cuatro de la tarde en la avenida Las Torres, los sábados generalmente acude a alguna de las ferias en donde participa.

Los lunes 'descansa', aunque cinco horas de ese día las usa para comprar materia prima y elaborar nieves; el resto de los días al llegar a su casa, destina aproximadamente dos horas a la preparación de más helado.