Teresa Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- En lo que va del año han cerrado más de 200 tiendas de abarrotes, situación que contrarrestarán con un programa de apoyo de más de nueve millones de pesos para que se capaciten y se conviertan en una real competencia a las tiendas de conveniencia.

En Benito Juárez se tiene un registro de dos mil 460 tiendas de abarrotes, este año cerraron 20 más que el anterior, comentó Rafael Ortega Ramírez, vicepresidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco). 

La Dirección de Desarrollo Económico del Municipio de Benito Juárez, en conjunto con el Instituto Nacional del Emprendedor (Inadem), abrieron ayer la convocatoria para que 80 propietarios de tiendas de abarrotes en Benito Juárez se inscriban al programa para recibir el apoyo, el único requisito que se requiere es que estén dados de alta ante Hacienda bajo el concepto “tienda de abarrotes”, comentó Martha Rodríguez Rodríguez, directora de la dependencia.

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Los comerciantes de este gremio, pese a que desconocían el programa, ahora buscarán el apoyo, pues refieren que la mayoría de las veces no es para todos. “Vamos a solicitarlo y así evitaremos algún tipo de compadrazgos”, dijo un propietario de una tienda.

El incentivo será de 130 mil pesos por tienda; sin embargo, este no se hará en efectivo, sino que formará parte de un apoyo a fondo perdido, en el que el propietario y empleados de la tienda se capacitarán para enseñarles estrategias de venta y mejorar la colocación del producto.

En cada tienda beneficiada se instalará una computadora, un punto de venta para agilizar la cobranza, pintarán sus fachadas y colocarán iluminación.

“El programa inicia debido a que las tienditas de abarrotes de la esquina tienen pérdidas de más de 50% en sus ventas y como consecuencia un cierre inminente”, dijo Martha Rodríguez.

Ortega Ramírez comentó que la Canaco ha tenido módulos como puntos para mover a México, en el que su intención es dar asesorías a empresarios para mejora de ventas, además de proporcionarles tabletas; sin embargo, estamos conscientes de que los negocios grandes como supermercados y tiendas de conveniencia han acabado con el micronegocio y no son competencia leal, pues tienen diferentes giros en uno.