Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- El desconocimiento sobre la importancia de los estromatolitos y su relación con el ecosistema de la Laguna de los Siete Colores están ocasionando su destrucción, como el caso del balneario “Cocalitos”, que en temporada vacacional recibe gran cantidad de visitantes.

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Rosaura Medina Rosales, una de muchos visitantes, señaló que desconocía la importancia de los estromatolitos y al igual que varias personas aprovecharon para fotografiarse encima de ellas, dijo que la falta de letreros de advertencia son un factor importante que podría frenar el deterioro de las mismas, por parte de personas que las utilizan para salir a la superficie o sentarse a remojar los pies.

De acuerdo a estudios de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el desprendimiento de los primeros centímetros de estas estructuras, evita que sigan creciendo, ocasionando con ello su erosión y al mismo que sean cubiertas por mejillones y algas verdes filamentosas que crecen sobre las estructuras de estromatolitos dañadas.

Desconocen el daño 

Los visitantes desconocen que la Laguna Bacalar presenta el mayor crecimiento de estromatolitos de agua dulce a nivel mundial, por encima de los que existen en Canadá, la costa oeste de Australia, en las Bahamas, en el Mar Rojo, en Río de Janeiro, Brasil y en México o el ubicado en Cuatrociénegas, Coahuila, de acuerdo con resultados de estudios que ha llevado a cabo la UNAM sobre la presencia de estas piedras vivientes.

A lo largo de varios kilómetros del cuerpo lagunar de Bacalar, es fácil observar los estromatolitos en ambas orillas, algunos de los cuales ya presentan severo daño externo, como lo documentó la doctora Luisa  I. Falcón, quien encabezó dicho estudio, misma que sugirió la necesidad de adoptar medidas inmediatas para protegerlos.

Sin embargo, se han sorprendido lanchas embarcaciones encalladas sobre las estructuras rocosas, principalmente en las cercanías de la zona conocida como “Los Rápidos”, la cual fue cerrada a la navegación hace más de un año, precisamente para proteger los estromatolitos que abundan en esa área y que a simple vista ya observan severo deterioro.