Manuel Salazar/SIPSE
FELIPE CARRILLO PUERTO, Q. Roo.- En el municipio de Felipe Carrillo Puerto, por indicaciones del Registro Civil Estatal, se ha iniciado una campaña seria y dirigida para evitar que los padres de familia, principalmente los que proceden de la zona rural, impongan a sus hijos nombres extravagantes que en el futuro y una vez que el individuo adquiera conciencia de lo que significa genere sufrimiento, situación que se busca evitar informando a los jefes de familia las consecuencias de esa decisión.

Oscar González Soberanis, Oficial 01 del Registro Civil en el municipio explicó que por disposición a nivel estatal, el Registro Civil impide a padres de familia de la zona maya nombrar a sus hijos con nombres que en un futuro pudieran ser motivo de burla sin que ello viole el derecho constitucional que les asiste a los paterfamilias, sino que se antepone el derecho de los menores para evitar que sean víctimas de maltrato psicológico o bullying en el futuro, aseguró.

Genera molestia 

Reconoció que la medida ha generado una serie de inquietudes por parte de padres de familia quienes afirman que al acudir a registrar a sus hijos, se les negó nombrarlos como ellos deseaban, lo que a su parecer violaba sus derechos como progenitores, agregando que son nombres que pueden causar gracia, pero podría resultar negativo para la persona que lo lleve y causarle problemas en lo futuro, por lo que se dialoga con la familia para explicarles las razones de esa determinación.

Nombres 'prohibidos' 

Personal de las oficinas de ese organismo en el municipio confirmó que algunos de los nombres que se encuentran vedados para asentar en un acta de Registro Civil para una persona son: All Power, Caraciola, Cheyenne, Culebro, Delgadina, Facebook, Gordonio, Marciana, Panuncio, Pomponio y Privado, por citar sólo algunos de los que se han reportado en las cinco oficialías existentes en el municipio.  

González Soberanis destacó que existe una disposición a nivel estatal en el que se exhorta a los padres de familia evitar registrar a sus hijos con nombres confusos o extranjeros que en futuro pudieran ser causas de burla, recalcando que no se viola el derecho de los padres, sino que el acuerdo estatal busca garantizar la integridad futura de los menores, por lo que reconoció que en los últimos meses han sido varios casos en que los jefes de familia han sido reconvenidos para modificar el nombre que con el que oficialmente pretenden asentar en las oficinas del Registro civil a sus hijos.