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CANCÚN, Q. Roo.- Seguramente alguna vez te ha pasado que después de visitar sitios de recetas de cocina o de ver un álbum de imágenes de platillos en las redes sociales, tu boca parece derretirse y tu estómago pide a gritos comida… esto tiene una explicación científica.

Un reciente estudio científico del periódico Brain and Cognition sugiere que ver #FoodPorn, término usado para las imágenes de alimentos altamente calóricos, puede ser malo para nuestra salud y no sólo para nuestro antojo, informa el portal web ClickNecesario.

La exposición a imágenes de comida apetitosa desata una serie de respuestas fisiológicas en el sistema nervioso y en nuestro comportamiento. Por ejemplo, ya se ha demostrado que la exposición visual a los alimentos ejerce un papel esencial en términos de consumo.

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Los científicos observaron el comportamiento de la gente que ve programas de cocina y anuncios publicitarios de comida y notaron que cada vez que estamos expuestos a una imagen de comida, nuestro deseo de comer aumenta y con ello las posibilidades de consumir cualquier alimento a nuestro alcance.

Es por eso que las personas que ven programas de cocina están más propensas a aumentar de peso. De hecho, el influjo de la televisión en nuestra manera de comer es más fuerte que una plática con los amigos sobre comida.

En resumen, las imágenes de comida representan una señal poderosa para nuestro cerebro, el cual desencadena una serie de respuestas cognitivas y psicológicas que influyen en nuestra capacidad de respuesta a las recompensas. 

Hacer más apetitosa su comida

Por eso queremos comer después de ver fotos de comida deliciosa y por lo tanto mirar comida en Instagram es malo para tu salud, porque no es que se te antoje una ensalada, ¿verdad?

Instagramear nuestra comida también puede darle mejor sabor (comprobado por otro estudio).

Así que si scrolleas en una cuenta de comida y empiezas a sentir hambre, lo mejor será que le tomes una foto a eso que estás a punto de comerte para que lo disfrutes más.