A casi dos años de implementarse la llamada “Ley Antiplásticos” en Quintana Roo, la demanda de estos productos continúa creciendo, principalmente en la época de fiestas de fin de año, por lo que las autoridades ambientales advirtieron que incrementarán las verificaciones a los comercios.

El titular de la Procuraduría de Protección al Ambiente, Miguel Ángel Nadal Novelo, señaló  en lo que va de este año se han notificado a más de mil establecimientos en todo el estado para que dejen de utilizar estos productos.

Foto: Armando Galera.

En ese sentido, advirtió que en caso de detectar algún reincidente, es decir, que sigan ofreciendo bolsas, charolas, popotes, cubiertos y demás derivados del poliestireno, serán acreedores a una multa que va desde los 80 mil hasta los 250 mil pesos.

Por su parte Federico Santana García, investigador e integrante de la asociación “Mares sin basura”, explicó que aunque las autoridades ambientalistas han intentado retirar estos materiales, su alta demanda ocasiona que se sigan consumiendo más de 248 toneladas de plásticos al día en la entidad.

“La Ley Estatal para la Prevención, Gestión Integral y Economía Circular de los Residuos señala explícitamente que no se pueden usar los plásticos desechables. Pero es difícil aplicarla cuando la población quiere sus tortas o tacos en una charola o bolsa para llevar; para tomar cerveza en fiestas o discos, etc.”, detalló el ambientalista.

Foto: Armando Galera.

Comentó que si bien las bolsas de este material lograron ser eliminadas de los supermercados, el 80% de estos productos sigue siendo consumido en los negocios ambulantes de comida.

“En algunos casos han sustituidos los plásticos por supuestos derivados, aunque la realidad es que se trata del mismo material, solo que con menor densidad. Incluso los llamados “biodegradables” solo tienen una pequeña parte de material renovable, el mínimo permitido, más un 80% de poliestireno”.

Puntualiza que no es que sean menos contaminantes, sino que el tiempo en que tardan en descomponerse reduce de 150 a 130 años. Por eso sigue siendo un problema la enorme generación de basura de este tipo.

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