José de 33 años acudió al panteón Campo del Recuerdo para limpiar la tumba de su padre y darle una plegaría el pasado 31 de octubre a las 2:00 de la tarde en Chetumal.

El joven terminó de limpiar, puso una veladora y se dispuso a orar por su padre, cuando cerró lo ojos sintió algo caminándole en la cara, acto seguido sintió un piquete bajo el ojo.

Al alzar la vista vio a un hombre con un traje de los que usan los apicultores, por lo que corrió en sentido contrario a las abejas, pero como ya había matado algunas el olor alertó al enjambre.

José menciona que una mujer de la tercera estaba cerca de él y también fue atacada, pero como todas las abejas lo siguieron la señora libró el peligro. 

Aunque llevaba camisa de manga larga las abejas lograron meterse debajo de su ropa, en su intento por escapar perdió sus lentes, el veneno de las abejas comenzó a hacer efecto por lo que comenzó a sentir molestias. 

Afortunadamente cerca del panteón vive un amigo que es médico, le marcó varias veces hasta que le respondió, sus manos le temblaban y sentía que pronto perdería la conciencia.

Su amigo le tuvo que poner una inyección de hidrocortisona para evitar un shock anafiláctico, ya que recibió 50 picaduras aproximadamente.

Pepe, como lo conocen sus amigos, dijo que a pesar de que había un policía en el lugar y vio el ataque no recibió ayuda alguna. 

El joven recalcó que debería haber un letrero que alerte a los visitantes, ya que si él hubiera sido alérgico no hubiera logrado sobrevivir al ataque y menos sin ayuda. 

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