Dependencia federal se apropia de terrenos de ejidatarios

El INAH puja para que le sean cedidas ocho mil 400 hectáreas de terrenos ejidales.

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El INAH fraccionó los terrenos ejidales bajo el pretexto de que en la zona se encuentran montículos de la zona arqueológica. (Archivo/SIPSE)
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Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Ejidatarios de este municipio temen que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) se apropie de tres mil hectáreas de terrenos ejidales que les pertenece, en la zona donde se ubican las ruinas de Ichkabal, ya que sin explicación ni permiso de por medio, delimitó esa área e impide que los campesinos accedan a sus parcelas, a través de una “pluma” que cuidan dos custodios.

Felipe Castro Gómez, presidente del comisariado ejidal de Bacalar, mencionó que el INAH fraccionó los terrenos ejidales bajo el pretexto de que en esa zona se encuentran montículos que forman parte de la zona arqueológica, “pero si todo Bacalar presenta montículos, ni modo que se apropie de todo el municipio”, dijo.

Mencionó que han sostenido reuniones con la delegada del INAH, Adriana Velázquez Morlet y la encargada de la restauración de nombre Sandra Balanzario, pero ésta última ha mostrado cerrazón al diálogo y pide se le ceda al INAH un total de ocho mil 400 hectáreas de los terrenos ejidales donde se ubican las ruinas, lo que ha significado un obstáculo para llegar a un acuerdo.

Afirmó que los ejidatarios no están dispuestos a ceder más de 100 hectáreas de su terreno, ya que la zona donde se ubica Ichkabal tiene una extensión aproximada a las 50 hectáreas, por lo que consideran que otra cantidad similar de superficie como reserva, resultaría más que suficiente para la conservación del lugar.

Filiberto Buitrón Hernández, quien forma parte del ejido Bacalar, no descartó que como ejido recurran a la Procuraduría Agraria para buscar la protección de los terrenos que les corresponde y de manera extraña pretende el INAH que se le conceda, pues representa el 15 por ciento de la extensión total de los terrenos ejidales.

Por lo pronto, los ejidatarios de Bacalar han integrado una comisión de diálogo, para buscar un nuevo acercamiento con el INAH para solicitar continúe la restauración de la zona arqueológica y con las autoridades de la Procuraduría Agraria, para garantizar el respeto a sus tierras.

Mientras tanto, los integrantes del ejido de Bacalar, han iniciado un proyecto ecoturístico en esa zona para el avistamiento de aves y recorridos para dar a conocer la flora y fauna que conforma el municipio, respetando el área donde se ubican las ruinas, a fin de ofrecer mayor diversidad a los turistas que visitan este sitio las temporadas vacacionales y mantener cautivo al turismo de descanso que gusta disfrutar de la naturaleza.

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