Lara Alfaro/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Hace ocho meses, Agustín N llegó a la ciudad en busca de oportunidades. Con una maleta y ganas de tener un mejor futuro se ha enfrentado a una nueva cultura y a episodios de soledad, por estar lejos de familiares y amigos. 

Como todos los que llegan a esta ciudad llena de inmigrantes, vino  para explorar mejores alternativas  y para dejar atrás los problemas de su tierra natal, Venezuela, como la inseguridad, inflación y sistema político con el que no comulga. 

“Irte de tu país o tu ciudad es una decisión que no es fácil, dejas atrás muchos recuerdos y en  pasas por altas y bajas en tus emociones, se tiene que tener autocontrol en los momentos en los que te encuentras sólo y estar convencido que el paso dado fue el mejor”. 

Dejar un espacio para ir a otro, deja un gran vacío en la persona, que puede ser llenado con nuevas amistades y una rutina de actividades, ya que de no buscar alternativas, trae como consecuencias depresión, enfermedades, desintegración familiar y suicidio, señaló Victoria Ibáñez, psicóloga y psicoterapeuta. 

Existen diferentes formas de sentir soledad, indicó la especialista, en compañía, por abandono y al emigrar, algunas pueden ser tratadas por la misma persona y otras requieren de apoyo profesional. 

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“La falta de comunicación es el desencadenante para aislarse cuando se está acompañado, sumado a la falta de metas y el pensamiento recurrente que quienes nos rodean no llenan  las expectativas”. 

Con la separación de pareja o de los hijos, dijo, también se sufre de sensación de aislamiento, esto es como consecuencia de cifrar todos los intereses en una segunda persona, siendo  lo correcto equilibrar los objetivos entre propios y compartidos. 

“Hay que entender que la soledad es una compañía para todo ser humano, ella nos ayuda a comprender muchas de las cosas que se viven a diario, y manejarla es cuestión de actitud”.

Como alternativas para palear los momentos solitarios, agregó, se puede buscar un hobby como: leer, meditar, hacer ejercicios, ir al cine, estar en contacto con la naturaleza, establecerse metas y tener alguna conexión espiritual.