Itzel Chan/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La abundancia de plagas y enfermedades en los plantíos de maíz, son las principales causas que provocan la pérdida en la producción, misma que a veces se reduce hasta en 20% de lo programado por los productores.

El territorio mexicano no está libre de enfermedades en plantíos de diversos cultivos, ya que a menudo se ve afectado por insectos, hongos, bacterias y otros.

Esto como consecuencia de diversos factores tanto del medio natural, como del tratamiento humano.

“Todo el proceso de afectación en la siembra inicia desde la plantación de la semilla, es por eso que hay que elegir semillas certificadas”, expuso Javier Ireta, miembro del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (Inifap).

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En ocasiones, para que una plaga se apodere de la siembra también influye la forma de preparación del terreno, la manera de labrar, las herramientas para riego, así como la capacitación de los productores, pues hay daños que a simple vista no se observan, pero que resultan al momento de cosechar la producción.

Javier Ireta explicó que hay casos en los que la afectación es hasta de 100%, no obstante, el promedio nacional de pérdidas es de 20% a causa de plagas y enfermedades.

“Hay ocasiones en las que sólo se requieren de dos a tres días para que se acabe la producción total, pero el promedio de afectación es de 20 días, esto en caso de que los productores no se den cuenta de que su siembra está afectada”, añadió el especialista.

Una de las recomendaciones que otorgan los especialistas es tratar las semillas para disminuir los riesgos de enfermedad, además así se evita el uso de plaguicidas e insecticidas.

Algunos de los insectos que afectan la siembra de maíz son el colaspis, el gusano trozador y la gallina ciega.

Las más de 250 hectáreas de producción de maíz del ejido de Felipe Carrillo Puerto, son afectadas por este tipo de factores, por lo tanto, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) realiza inspecciones en distintos predios para elaborar una base de datos de los terrenos con mayor vulnerabilidad.