Yenny Gaona/SIPSE
PLAYA DEL CARMEN, Q. Roo.- Se quejan derechohabientes de los desperfectos que existen en la Unidad de Medicina Familiar Número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pues el elevador constantemente tiene problemas, varios ventiladores no sirven, el piso está dañado y una de las computadoras no ha sido reparada desde hace cuatro meses, asimismo se permite la venta de comida chatarra al interior.

Ivanov Basilio Astudillo, director de esta clínica, aseguró que los gastos los ve directamente la delegación del IMSS en Quintana Roo, pues las unidades no manejan recursos, todo se realiza a través de facturas.

El IMSS tiene un contrato con la empresa OTI, quien se encarga de darle mantenimiento al elevador, y si hay problemas, esto se debe a las variaciones de voltaje que se presentan en la zona del centro, ya que los transformadores y generadores son antiguos.

Además existen otros cinco contratos para el área de jardinería, desechos sólidos, equipo hospitalario, laboratorio de rayos X.

El galeno declaró que cuentan con computadoras adicionales en caso de que alguno de los equipos que utilizan los médicos o secretarias se descomponga, inmediatamente se sustituye, pero esto no sucede así, ya que en el consultorio número dos, desde hace cuatro meses los pacientes tienen que hacer el trámite de la cita en otro departamento.

Para la derechohabiente Jacinta Joaquín Coral las instalaciones del IMSS no están en las mejores condiciones para ser una clínica, en la que diariamente asisten cientos de pacientes por los diversos servicios médicos, quien refirió que desde el año pasado hay varios ventiladores que no sirven.

Y en la planta baja de la clínica se encuentra instalada una tienda que ofrece diversos productos chatarra, como son frituras, galletas y bebidas gaseosas, que van en contra de las nuevas disposiciones a nivel nacional para evitar la obesidad.