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De acuerdo con varias investigaciones, la inteligencia es heredada por las madres. (hoylaguna.com)
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Agencia
CANCÚN, Q. Roo.- ¿Te crees muy inteligente? Si en verdad lo eres debes agradecérselo a tu mamá, pues según un estudio reciente, esa parte de tu desarrollo se debe en gran medida a los genes que ella te aportó.

De acuerdo con una investigación los seres humanos heredamos la inteligencia de nuestras mamás. El estudio informa que las personas  nacemos con “genes condicionados”. Se les conoce así porque se comportan de acuerdo con su origen, es decir, si los heredamos del padre o la madre. Muchos de ellos se activan o desactivan según sea el origen. Y resulta que muchos de los relacionados con la inteligencia vienen de nuestra madre, informa el portal web clicknecesario.com.

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La hipótesis del estudio sugiere que el valor hereditario de la inteligencia es el relacionado con las madres porque se encuentran en el cromosoma X.

Esto de los genes condicionados y el valor de los genes de las madres en el desarrollo cerebral no es tan nuevo. En 1984 la Universidad de Cambridge hizo varias investigaciones con roedores tras las cuales concluyeron que los genes maternos o paternos se concentran en diferentes partes del cerebro. 

Los paternos están más presentes en el lado emocional que está relacionado con funciones de supervivencia como el alimento, sexo y agresión. En el córtex cerebral, relacionado con las funciones cognitivas más complejas, no encontraron genes paternos.

No sólo depende de sus genes

      Imagen: clicknecesario.com

Otros estudios han revelado que el contacto materno en el desarrollo del bebé es muy importante para su inteligencia. Muchos de ellos aseguran que la relación de confianza que puede desarrollar un bebé con su madre es fundamental para esto.

La Universidad de Minnesota descubrió en una investigación que los niños que desarrollaron un apego fuerte a su madre tenían una mejor capacidad para jugar con juegos simbólicos más complejos desde los dos años. Tal vez más importante sea su capacidad para lidiar con la frustración. Estos niños no se rendían o molestaban tan fácil cuando un problema era difícil de resolver.

Una investigación de la Universidad de Washington demostró que un lazo fuerte entre madre e hijo también ayuda al desarrollo físico del cerebro. Durante varios años siguieron de cerca la relación entre varias madres e hijos. 

Los niños que recibían los estímulos correctos para sus necesidades afectivas e intelectuales a los 13 años tenían un hipocampo 10% más grande que el del resto. Esta zona del cerebro está relacionada con la memoria, el aprendizaje y la respuesta al estrés.

Ningún estudio ha podido determinar qué tanto heredamos la inteligencia o no de nuestros padres. Algunos se atreven a especular que es entre 40% y 60% pero nadie lo sabe con exactitud. Así que aunque nuestra madre haya ganado un premio Nobel nada nos asegura que seremos igual de inteligentes que ella.

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