Javier Ortiz/SIPSE
BACALAR, Q. Roo.- Las autoridades agropecuarias cuentan con los primeros cuatro millones 200 mil pesos para formalizar en este año la producción de miel melipona en Quintana Roo, cuyo precio en el mercado supera en 37 veces el de la miel tradicional.

De acuerdo con la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca (Sedarpe) se trata de un proyecto de 8.2 millones de pesos que inició en 2017, pero que se retoma en este año, donde se considera la construcción de centros de acopio, entre otras acciones.

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Los cuatro millones 200 mil pesos de este año contempla a los municipios de Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar y Othón P. Blanco.

De acuerdo con la dependencia, la intención es incrementar la producción del edulcorante y hacerla rentable para los productores, por lo que el proyecto contempla capacitación y establecimiento de meliponarios.

Según la proyección, el siguiente año se liberarán otros dos millones 400 mil pesos para las siguientes etapas, donde se contemplan la construcción de dos pequeños centros de acopio, instalación y equipamiento de un laboratorio de procesamiento y transformación de productos, capacitación especializada en Valor Agregado y Plan de comercialización consolidada.

De igual manera, la constitución de sociedades de producción, consolidación y desarrollo de la gama de productos, certificación de la producción y sello distintivo de la producción local.

Bruno Cocom, representante de la empresa Lol-Há, quien se dedica a la producción de miel melipona en la comunidad de Buenavista, señaló que el costo del producto es de mil 500 pesos el kilogramo, que se encuentra muy por encima de la apis que es de 40 pesos, debido a que cuenta con beneficios comprobados por la ciencia para tratar afecciones de ojos, oídos, problemas respiratorios, digestivos, de la piel, entre otros. Su producción es mucho más lenta que la miel convencional y es producida por una abeja sin aguijón.

En 2017 la inversión fue de un millón 600 mil pesos con lo que se avanzó en la localización, censo y entrevistas a los productores (diagnóstico), capacitación de los meliponicultores y acompañamiento técnico, plan de reproducción de meliponas y establecimiento de un vivero de flora melífera.