Jumanji, diversión inesperada
Opacada por la propaganda de otras películas, “Jumanji” aparece como una refrescante y divertida opción.
Por Rafael R. Deustúa
Los estudios de cine a veces gastan tanto, o más, en publicidad para una película, que en la película misma, creando una expectativa que, si no cumple, lleva a fuertes críticas. Por eso mismo las sorpresas más agradables del año cinematográfico a veces vienen de donde no lo esperas, de las películas que ves sin expectativas, como “Jumanji en la selva”.
Cuatro adolescentes castigados en su escuela encuentran un videojuego y cuando lo activan son “absorbidos”, apareciendo en una selva virtual en forma de avatares -Dwayne Johnson, Jack Black, Karen Gillian y Kevin Hart-. Pronto descubren que si quieren volver a la realidad deben cumplir con una misión y sobrevivirla.
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Es inevitable comparar ésta historia con la del filme original, de 1995, donde los chicos nunca dejan su “realidad” y ambas son igualmente tontas y armadas con el fin de propiciar escenas de acción, comedia y efectos especiales. Si ahora se llevan a los chicos a otro universo es para no repetir la fórmula de la primera con rinocerontes en la sala y la idea de que sean “avatares” la mayor parte del filme enriquece el reto de los actores y brinda humor a la audiencia.
La dirección corre a cargo del hijo de Lawrence Kasdan (“Cazadores del Arca Perdida”), Jake, quién logra mantener un buen ritmo narrativo a lo largo de la película, alternando la acción con el humor y mezclándolos en ocasiones. No pretende darnos ningun giro sorpresivo, desde el principio sabemos que vamos de A a B, así que sólo trata de darnos un recorrido entretenido.
En las actuaciones Dwayne Johnson y Jack Black roban cámara, el primero como un ñoño metido en un cuerpo de aventurero y el segundo como la princesa de la prepa convertida en gordo cuarentón. Ambos explotan muy bien los contrastes de su personaje con su físico, algo que no sale tan bien a Gillian (de niña tímida a Lara Croft) y Hart (campeón deportivo a patiño).
Los efectos especiales están más medidos que en la cinta original, pero mejor aplicados. Es notorio cuánto mejoró la calidad tecnológica en dos décadas. La dirección de arte no ofrece nada especial pero tampoco malo.
No se engañe, “Jumanji en la jungla” es una película comercial diseñada para las vacaciones decembrina.