Redacción/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- La atención al bienestar de la juventud en el estado es una asignatura pendiente. A pesar de que esta población resulta estratégica para el futuro próximo de la entidad, son ellos y ellas los más desprotegidos, tanto en el acceso a la salud, como a los estudios medio y medio superior, y al empleo.

Como resultado, no tienen posibilidades de realizar su potencial y quedan en estado de vulnerabilidad y exclusión social.

En un estudio realizado por el Observatorio de Violencia Social y de Género de Benito Juárez, con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Juventud, se observó el panorama actual de esta población, cuyas edades fluctúan entre los 15 y 29 años. 

En primer lugar se detectó el incremento significativo que tuvo esta población de 1990 a 2010, que fue del 153 por ciento, de los cuales un alto porcentaje viven en unión libre o está casado.

Los jóvenes representan el 57.2 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA); sin embargo, sus posibilidades de contar con educación superior son muy bajas: sólo 2 de cada 10 jóvenes tiene acceso a instituciones de educación superior, y este nivel es el más bajo en todo el país.

Otro aspecto relevante que muestra el estudio son la causas de la mortandad de esta población, siendo las principales las causas violentas o no naturales como: el suicidio y los homicidios. Aunado a que, en el año 2010, 40 por ciento de jóvenes no contaba con acceso a los servicios de salud.

Ante este panorama, son las mujeres jóvenes quienes presentan más altos niveles de vulnerabilidad, en especial aquellas que sólo cuentan con estudios de secundaria, lo que se refleja en los altos índices de maternidad adolescente; se detectaron 60.7 embarazos adolescentes por cada 1000 mujeres.