Rafael Pérez/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Ayer por la noche decenas de personas que se expresaban en contra del maltrato animal concurrieron en el camellón central de la avenida Bonampak ubicado frente a la Plaza de Toros. La consigna: expresar su rechazo a la celebración de una corrida de toros más en esta ciudad, acto que ellos consideron una auténtica barbarie. 

En contraparte, cientos de cancunenses atiborraron el coso taurino, pues la expectación de ver a una vez más al torero madrileño "El Juli" fue enorme; trascendió que se vendieron más de tres mil localidades.

El evento tenía, además, un especial significado para los aficionados de la fiesta brava pues también se llevaría a cabo la última corrida del mexicano Fernando Ochoa.

Los activistas protestaron por espacio de más de dos horas; para esta ocasión, la afluencia de participantes se notó más significativa respecto a manifestaciones pasadas: alrededor de 150 personas participaron en el acto de boicot.

Jóvenes estudiantes, artistas, amas de casa, activistas de tiempo completo, animalistas y hasta visitantes de otros países, acompañaron la multitudinaria manifestación, en donde se lanzaron toda clase de consignas: "Tortura no es arte ni cultura"; "muerte a los toreros, muerte por cul..."; "violencia no más, El Juli vete ya"; y "Toro hermano, yo soy tu voz", fueron las más repetidas. 

Policías municipales seguían de cerca los pormenores de la manifestación; algunos automovilístas detenían su trayecto para apoyar y reconocer la presencia de la multitud de activistas.

Algunos espectadores, con boleto en mano, encolerizaron antes los improperios que vociferaban algunos de los manifestantes, expresiones que fomentaban la agresividad en ambas partes y que habrían podido derivar en un choque.

Un aficionado sexagenario se atrevió a desafiar a la multitud que se encontraba aglomerada en el camellón; tomó un cartel alusivo a la corrida de toros y se lo mostró con orgullo a los agitadores, sin embargo, tropezó con una guarnición, lo que propició que lanzaran toda clase de burlas y ofensas. 

A pesar de la intensidad de los sonidos de protesta, algunos de los ahí presentes se mostraron desilusionados por la cantidad de manifestantes.

"No es posible que sólo hayan venido 150 personas; ahí adentró hay más de tres mil fanáticos, si acaso cada uno de nosotros hubiera traído a otros 100, esto sería una locura", expresó un manifestante de nacionalidad uruguaya.

Sugirió: "además de manifestarse frente a la Plaza de Toros deberían boicotear a todos los comercios y empresas que están patrocinando este tipo de eventos, basta con ver la publicidad del evento para no adquirir absolutamente nada de esos negocios".