Yahajira Valtierra/SIPSE
CANCÚN, Q. Roo.- Mujeres son 30% más propensas a padecer infecciones y enfermedades en los pies, debido a la variedad de zapatos inadecuados que utilizan, mencionó Eduardo Areyzaga Guerrero, cirujano ortopedista y jefe de enseñanza e investigación y capacitación en el Hospital General.

Las enfermedades más frecuentes son pie de atleta, hallux valgus (juanetes) y candidiasis (hongo en las uñas).

El sector femenino demanda más consultas dolencias en los pies, estas son provocadas por usar zapatillas muy altas o una talla inapropiada de calzado.

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Con el transcurso del tiempo el pie se desgasta y comienzan a formarse los juanetes, lo cuales sino son atendidos a tiempo deberán ser intervenidos quirúrgicamente.

Otro de los problemas más frecuentes son los dedos de garra o en martillo, ocurre por el uso de zapatos muy ajustados, provoca que  los dedos se fuercen a estar en una posición incorrecta, posteriormente los músculos y los tendones se aprietan, finalmente se vuelven más cortos con una apariencia anormal. El 25% de las mujeres sufre de este mal.

A pesar que las mujeres tengan mucha higiene en sus pies,  a veces prestan su calzado a otras personas que padecen de alguna infección, al usar los zapatos se infectan del hongo sin saberlo, hasta que lo síntomas  comienzan a dar molestias.

Causa constante 

“Una de las razones principales por la cual se contraen un hongo es prestar los zapatos, esto ocurre en hombres y mujeres”, comentó el especialista.

La edad donde generalmente comienzan a mostrar signos de las enfermedades es desde los 20 años en adelante, pero ha habido casos donde niñas de nueve años ya los presentan.

Riesgo en adultos 

En los adultos de la tercera edad aumenta 15% el riesgo de alguna infección, porque su piel es más delicada y se reseca con mayor facilidad el uso de calzado inadecuado puede provocar diversas complicaciones como caídas e incluso daños en la columna.

El especialista recomendó usar tacones con cuatro o cinco centímetros de altura, humectar muy bien  todo el cuerpo incluyendo los pies y visitar mínimo una vez por año al ortopedista, para detectar a tiempo cualquier anomalia.