Sara Cauich/SIPSE
TULUM, Q. Roo.- Con una afluencia de visitantes de apenas tres mil turistas que ingresan al día a la ciudad amurallada, los negocios de los alrededores mantienen a la baja sus ventas.

Los prestadores de servicios y venta de artesanías indican que este fin de semana la jornada no fue tan productiva como se hubiera deseado.

Abimael May Pat, encargado de un puesto de artesanías señala que en domingo las ventas son bajas. “Para este sector estamos al 60 por ciento de lo que se logra en la temporada alta”, indica.

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Y apenas empieza a sentirse, mientras esperan que con el verano y las vacaciones de escolares de esos meses, la llegada del turismo amortigüe un tanto la baja en las ventas y los ingresos de este grupo.

Asimismo, Guillermo Pech, manifiesta que en el renglón restaurantero, las ventas no están mejor. De cinco mesas al terminar el día apenas se logra llenar tres en la jornada de ocho horas o hasta el cierre de la zona arqueológica.

Este sector también está a la espera de que el verano permita elevar las ventas y aligerar la estrechez de la baja demanda, agregó, mientras lleva los alimentos solicitados por una pareja de jóvenes turistas.

La mayor parte de lo comensales ocupan una mesa para pasar al baño, y consumir algo líquido con la finalidad de apaciguar la sed en tanto llegan al hotel a descansar. Y en tanto llegan los tiempos buenos, tienen que hacer  malabares para cumplir con los impuestos y obligaciones  que tienen como negocios establecidos. No se tiene datos precisos de cuantos negocios de alimentos hay en las dos plazas comerciales, y los alrededores pero la competencia se siente, aun mas con la presencia de los jaladores que laboran a orilla del camino de acceso a la zona arqueológica.

Mientras, también esperan que no se abran más espacios de alimentos, pero esto “es casi imposible”, hay negocios que solo abren en las temporadas altas, algunos cierran definitivamente o bien se trasladan hacia sitios menos caros en relación con la renta.

“Es parte la situación que viven los negocios, y lo volátil que es a veces la actividad turística”, añadió.